Las Catas de BACCHUS. Mesa G.III. Febrero 2016.

Los vinos de la cata

SESION DE VINOS BLANCOS

Vinos de diferentes variedades, y de procedencias diversas que aportan en su conjunto una interesante perspectiva a la cata, salvando incluso su diferente calidad. Dos de los vinos (Habla de Ti e Iñurrieta) proceden de la variedad Sauvignon Blanc, presentando mejor «perfil» sensorial el segundo, tanto en nariz como en boca con delicioso aroma propio de la variedad con una nariz franca y compleja. Fruta tropical -fruta de la pasión, pomelo-, notas cítricas, etc. En boca se repiten los tonos frutales, paso suave y untuosos. Intensidad en el cierre. Calificación en ambos NOABLE, con 86 y 89 puntos, respectivamente.

Los otros dos vinos, de uvas Chardonnay y procedentes de California y Cataluña dieron un juego diferenciado, lo que era muy esperable. WOODBRIDGE de Robert Mondavi, se compone de 76% Chardonnay, 18% French Colombard, 3% Viognier y 3% de «mezcla propia de la bodega»: Carác-ter aromático de manzana verde y algún tono floral. En boca suave elegancia suave, con aromas y matices de manzanas, con  un final de roble suave. NOTABLE 87 p. El segundo chardonnay, Viñas de Anna, de Codorniu, recuerda en exceso la «mezcla» de los cavas, lo que no es malo en sí mismo, pero deben y pueden dar algo más. Bien elaborado. Aromas a frutas tropicales maduras y fruta blanca. En boca es refrescante, voluminoso y con recuerdos de los cava de la marca, como queda señalado. Calificación MUY BUENO. 85 puntos.

SERIE DE VINOS TINTOS

200 MONGES Reserva 2006. Color rubí intenso y profundo, en nariz se aprecian notas de frutas rojas maduras, tabaco, cedro y trufa. Limpio y de buena intensidad aromática. En boca muestra buen cuerpo, con taninos bien tratados, crianza en barrica y muy equilibrado. Buen cierre de boca. Tempranillo 85%, Graciano 10% y Garnacha 5%. EXCELENTE. 91 pts.

ALTO MONCAYO 2010. 100% Garnacha. Vino que goza e gran aprecio en nuestras mesas de cata, por su buena elaboración y la calidad de su carácter organoléptico. Complejidad en nariz, con aromas de fruta negra, especiado, frutal y con tostados cremosos. Intensidad aromática. En boca presenta una buena estructura, compleja, notas sabrosas, buena intensidad. EXCELENTE. 94 pts.

San Romás 2012. Tinta de Toro 100%. Buena presentación y notable efecto en nariz por su riqueza aromática: frutas rojas y frutillas, madera bien integrada, especiado, y un punto de mineralidad. Conjunto complejo de notable intensidad. En boca es muy sedoso, untuoso, complejidad que deriva de una madera bien integrada y suculentos taninos muy bien tratados. Un vino notable. EXCELENTE 95 pts.

Maleolus. 2011. Tinto Fino. Aromas a frutos negros en compota, presentes durante toda la degustación, a los que se añaden los que aportan la estancia en madera y recuerdos especiados, lo que confiere al vino una notable complejidad. Intenso. En boca reitera lo que ya se adelanta en nariz, a lo que se añade una buena tanicidad que suaviza el paso del vino en la boca. EXCELENTE. 94 pts.

En general, una espléndida serie de vinos tintos.

VINO DULCE.

GUITIAN. Vendimia Tardía. 2011. Intenso color dorado. Nariz de aromas cítricos, fruta de hueso, notas amieladas bien ensamblados, sin alcanzar plenamente el equilibrio en boca como corresponde a este tipo de vinos. Fresco, y aromático, con un final largo, aunque de intensidad media que impide retener el gusto en boca de este vino. Calif.: NOTABLE. 90 pts.

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Las Catas de BACCHUS. Mesa G-II. Febrero’16

SERIE DE LOS VINOS BLANCOS

Dos de los vinos son gallegos (treixadura uno de la D.O. Ribeiro y godello de Valdeorras el otro). Un tercero procede de Sicila en Italia de la variedad autóctona Inzoia o Ansonica;  y Chardonnay el cuarto, procedente de Eslovenia. Vinos frescos, gratos de beber, con aromas frutales en nariz, que luego se confirman en boca. Poten-cia media, y buen final de boca.

Quizás el menos «marcado» es el «ribeiro» en el que quizás se ha atendido más la «puesta en escena» -etiqueta, nombre, etc.- que lo que en la cata da el vino. Calificaciones: BUENO (73 puntos el vino de Treixadura) y MUY BUENOS (83 p.) los restantes.

SERIE DE LOS VINOS TINTOS

Otra cata con los vinos «sol a sol» (suelo a suelo) en la «nit e las garnatxes», que ofrece Celler Capçanes y en los que se aprecia como la misma variedad, de la igual añada y elaboradas con idéntico proceso, ofrecen diferentes resultados al catar los vinos. Siendo la cata a ciegas, tratar de «adivinar» a que terruño corresponde cada muestra resulta más complicado porque la cata es «a botella tapada», y porque no es frecuente encontrar este «acertijo» cuando se catan vinos. Sin embargo, si el catador se atiene a las descripciones de los vinos que ofrece el enólogo y cuida de percibir debidamente las características en nariz y en boca, además de apreciar las diferencias, se llega a clasificar cada vino por su particular terruño.

Por lo demás se trata de vinos de garnatxa de la zona de Montsant, contigua al Priorato, bien elaborada y con un paso justo por madera de modo que se perciben con nitidez los tonos frutales (frutas rojas), el ensamblaje de la madera (la justa y necesaria); un buen trato de taninos, etc., todo lo cual hace de este «muestrario» un conjunto muy grato de beber. Se trata de vinos de tipo medio, a los que no se deben pedir un carácter extraordinario, pero que cumple el fin comparativo  de la cata. Calificación: MUY BUENO con 83 puntos para «arcilla» y «caliza», y 85 el «panal.

También ha entrada en la cata un vino «khoser» -Peraj Ha’Habib- de la misma bodega, que se elabora bajo estrictas normas «religiosas y tradicionales» y bajo la dirección de un rabino de la Comunidad Judía Ortodoxa de Barcelona. Buen vino, con una adecuada elaboración, con buen tono tanto en nariz como en boca. Calif.; MUY BUENO, 85 p.

EL VINO DULCE
Vino elaborado con uvas afectadas de botrytis, que les confiere un carácter singular muy agradable. En nariz y boca presenta un carácter cítrico, con ligeros recuerdos de fruta tropical, y con suaves notas dulces en la boca. Agradable en el paso de boca, con intensidad media.

Calificación: NOTABLE – 90 p.-

 

 

DETALLE DE LOS VINOS DE LA CATA: >¡CLICK!>: CATA. G-II. Febrero 2016

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Las Catas de Bacchus. Mesa G-I. Febrero 2016

Los vinos de la cata

SERIE DE VINOS BLANCOS.-

Comparamos en la serie de blancos dos Sauvignon Blanc procedente uno de Pouilly-Fume, afamado origen de los vinos que se elaboran con tal variedad; y de La Seca el otro, elaborado por Virginia Pariente, que para mi gusto tiene uno de los mejores vinos blancos de Rueda, en particular el de la variedad que nos ocupa. Muy buenos los dos, bien presentados, con aromas frutales en ambos, y hasta algún recuerdo floral que aporta gracia y finura. Ambos recuerdan la «fruta de la pasión», pero no se trata de los vinos que por mesas y mostradores te sirven y que más  parecen «jugo de maracuyá» que un vino fresco y afrutado. Ambos se calificaron con el NOTABLE, con 88 p. para el «J. Pariente» y 86 para «Les Jeunes Vignes».

Los otros dos vinos, en nada parecidos a los anteriores, procedían de La Guancha (Tenerife), de la variedad Marmajuelo; y de Lafuente (La Palma) elaborado con la variedad Diego. Vinos de pequeñas bodegas, hechos con uvas propias de las islas, y apenas conocidas en la Península. El aspecto de ambos se situaba en el amarillo oro, limpios y brillantes. A pesar de lo cual no estaban evolucionados. El vino de la primera ofrece en nariz tonos de fruta tropical, muy aromáticos, además de una carga, quizás excesiva, de la crianza en madera. Equilibrado en boca; bien de acidez; intensidad; más madera y algunos tonos que singularizan los vinos del archipiélago. CALIF.: NOTABLE (87 p.) El vino hecho con la variedad Diego ofrece parecido aspecto al anterior; en nariz y boca frutas blancas, cítricos, etc., aunque de poca intensidad. También NOTABLE CON 86 p.

SERIE DE VINOS TINTOS
Incidimos de nuevo en esta cata con los vinos de Celler Capçanes, de la D.O. Montsant, que ha elaborado un vino de la variedad garnatxa, en cuatro diferentes «alternativas» según el terreno de cada una de las viñas de procedencia. A la circunstancia de disfrutar del buen vino de garnatxa que elaboran en la citada Bodega, se añade la posibilidad de apreciar las diferencias que aporta a la misma variedad, su procedencia de cuatro tipos distintos de terreno. No en vano el terruño es el factor que otorga al vino la cualidad diferencial, al dotarlo de unas características específicas e identificables, por el hecho de cultivarse la vid y elaborarse el vino, en un espacio concreto y determinado.

Vinos bien presentados, de color cereza picota intenso, limpios y brillantes. Complejos tanto en nariz como en boca, frutales y florales, taninos bien tratados en general, Suficiente «carga» de madera con los seis meses de crianza en barricas de roble francés, de tostado medio ligero.

Las dificultades para los catadores comienzan a la hora de asignar a cada botella el «terruño» de origen. Naturalmente, cuando la cata se hace a ciegas, como es nuestro caso. Los cuatro vinos se han calificado como NOTABLES, con las puntuaciones siguientes: Panal: 89; Argila/Arcilla: 89;  Licorella/Disgregación de pizarras: 89;  Calisa/Caliza: 90.

VINO DULCE

Intenso color caoba. Aromas de uva pasificada, miel, envuelto en los tonos de la madera, pues pasa nueve años en ellas. En boca es dulce, tonos de las uvas pasificadas, dátiles, etc.

 

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Las catas de Bacchus. Mesa de Cata G-III. Enero 2015.

Una cata trabajado con interés y entusiasmo para estudiar los vinos, algunos no catados antes de ahora, compartiendo el grupo todas las apreciaciones, y, como fin común, disfrutar del conjunto de todos ellos, blancos y tintos, así como el dulce elegido para el postre.

SERIE DE VINOS BLANCOS

La serie la forman cuatro vinos varietales procedentes de sus viñedos de origen en Francia. Un Savignon Blanc del Loira Superior (A.C. Sancerre); un Chenin del Loiora Central (A.C. Touraine); Chardonnay, de Poinchy en Chablis (A.O. Chablis Premier Cru), y Viognier del Valle del Ródano Norte (A.P. Condrieu).

La elaboración de cada vino, su añadas de origen, y las distintas variedades les confieren caracteres con marcadas diferencias, con resultados positivos durante la cata.

Muy característico el Sauvignon con su peculiar recuerdo de fruta de la pasión (maracuyá) en nariz y en boca. Un catador definió el aroma de “pis de gato” que también se atribuye a esta variedad. Fresco, seco, cuerpo medio, se bebe con agrado.

El Chenin, el vino más evolucionado, con aspecto de cierta turbidez sin llegar a tenerla.

Recuerdos notables de fruta blanca, manzana reineta, de flores y algún tono herbáceo. En boca se aprecia también la fruta, mineralidad, y otros detalles que le hacen agradable.

El Chardonnay Premier Cru bien presentado, potente en nariz, tonos frutales y matices florales. En boca es complejo de aromas; intenso; untuoso y con un cierre de boca agradable.

Amarillo pálido el Viognier, con tonos frutales en nariz. Madera limpia e integrada. Complejo. En boca armonizan los detalles frutales con la madera, que no resulta excesiva a pesar de la larga permanencia en ella. Intenso, equilibrado, untuosidad y un paso de boca delicado.

CALIFICACIONES: Todos los vinos alcanzan la media de NOTABLE, con 90 puntos, excepto el Chenin que quedó en 87 p.

 

SERIE DE VINOS TINTOS

Sorprendente por su grado de calidad, la cata de los vinos argentinos elaborados con uva Bonarda (Bodega Álamos, de Mendoza); Malbec; Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc (a partes iguales) y Syrah de tres valles diferentes de la zona vinícola de San Juan, procedentes todos ellos de la Bodega Finca Las Moras, que elabora vinos de alta gama en el referido lugar.

Sin duda Argentina ha mejorado sus vinos de forma extraordinaria, a pesar de lo cual surgen bodegas dispuestas a sorprender con nuevos productos.

Es una pena la ausencia de vinos de calidad es nuestra tiendas de vinos, salvo honrosas excepciones, y nada digamos de las grandes superficies donde solo se pueden adquirir los imprescindibles Malbec, la Torrontés “de siempre”, algún Cabernet Sauvignon igualito a los moles de vinos de igual estilo que pululan por el mundo mundial. O sea, sin interés. No es este el caso que nos ocupa y de ahí el disfrute de la Mesa de Cata son los vinos argentinos.

Muy bueno el vino de la uva Bonarda, con buena estructura y complejidad de fruta, aromas minerales, madera de la crianza, etc. etc. Calificado como NOTABLE (90 pts.) El vino de “Cabernets” de bonito color rojo en la copa; con aromas especiados y frutos rojos. En boca es intenso, con taninos bien tratados, cuerpo bien estructurado, intenso en boca y con mucha persistencia en el cierre de boca. EXCELENTE con 91 puntos.

Y con igual calificación, pero un punto más en cada caso quedaron los otros vinos tintos: Malbec y Shiraz. El primero muy bien presentado, violeta con tonos brillantes. Bueno en la nariz y mejor en la boca: fruta; madera que envuelve el vino sin excesos; intenso en aromas; taninos bien integrados dentro de la lograda estructura general del vino.

Y el Syrah, elaborado con tres clases de las mismas uvas procedentes de diferentes valles de cultivo. Color rubí, de capa alta, en nariz se aprecia su complejidad, diferentes tonos de frutas rojas. Especiado. Se aprecian detalles de la madera (recuerda una caja de puros) sin que moleste en momento alguno. Por el contrario envuelve el vino con eficacia, añadiendo algún tono de ligera evolución. En boca es potente, largo, agradable y gustoso. Magnífico cierre de boca.

VINO DULCE.

Un vino dulce (“moelleux”) procddente de la Gascugna, elaborado con una de las uvas que se utilizan para elaborar los Txakolis vascos, aunque no se trate de las variedades preferentes. Bien elaborado, sin más pretensiones que la de hacer un vino digno y agradable de tomar con el alimento adecuado. NOTABLE, 89 p.

 

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