Cariñena o Garnacha; Garnacha o Cariñena, son dos binomios que desde hace años están reclamando, de una vez por todas, su incorporación a las variedades «estrella» de los vinos modernos, utilizadas, precisamente para elaborar os vinos con cuerpo, además de frutales, equilibrados y de buen beber, que hoy en día solicitan los aficionados hartos ya de tanto vino de garaje, de permanencia tan fugaz, que a veces cuesta encontrar una segunda botella, si te gustó la primera que tomaste.
Ambas uvas se utilizan ya en medio mundo, y por lo que a mí respecta, aunque me decanto por los buenos vinos hechos con Garnacha, no rechazo los de Cariñena, si responden a un satisfactorio estándar de calidad.
Y es que ambos son de larga tradición, pues ya en el libro que escribiera en 1513 por GABRIEL ALONSO DE HERRERA describe dos linajes de uvas, que a mi entender se tratan de la Garnacha y la Cariñena, cada una por separado. De la primera escribió: Tiene la uva prieta, con racimos grandes y muy apretados…, cargan sobremanera y hacen un vino muy retinto, obscuro…., Es vino de mucho llenar y de poca tura (duración)… Este vino por sí solo es grueso y suele criar arenas y piedras en los riñones y la vexiga…
La otra casta de uva, a la que denomina Tortozon, y también Herrial, da también racimos grandes, su vino dura poco (tura), es casi como lo Aragonés, y aunque no tal es vino de despensas y hálo (sic) de gastar pronto…
Después de lo cual vengo a concluir que sería bueno, muy bueno, insisto, en que se procediera a la recuperación de estas variedades, sustituidas en muchos lugares (no hará falta dar datos) por variedades foráneas cuyo desarrollo ha constituido un fracaso, dejándose llevar, las más de las veces, de la mercadotencia, las marcas, los nombres de variedades difundidas desde Francia, principalmente, sin parar mientes en que nuestros vecinos utilizan la uva Cariñena/Carignan y la Garnacha /Grenache sin ningún rubor ni complejo de inferioridad.
Por todo lo cual, me complace traer a continuación unos comentarios relativos a la uva Cariñena utilizada en las «cuatro esquinas del mundo vinícola.
La variedad Cariñena entusiasma cada día a más y más vinicultores por todo el planeta, ya que en terruños extremadamente áridos y calurosos, sus uvas producen vinos de primera línea mundial. Allí donde variedades como la Garnacha, que habitualmente es la preferida, solo muestran «fruta y vigor», la Cariñena nos regala vinos de estructura clara, frescor y una asombrosa precisión.
FRANCIA: MAXIME MAGNON. CORBIÈRES.
Ha crecido en la Borgoña, pero actualmente vive en Villeneuve des Corbiéres, concretamente en la Rue de la Révolution, y el nombre de su calle es el más adecuado para el papel que desempeña Maxime Magnon, de 39 años, en este apartado lugar del Midi francés, y eso que no propaga nada realmente nuevo, tan solo cultiva el legado de esta región con medios tradidonales, nada más y nada menos, Así logra producir -en 12 hectáreas de viña divididas en diez parcelas- apenas 30.000 botellas de vino, No es extraño, pues el 80 por dento de las vides cultivadas tienen más de 50 años de edad.
Una joya muy espedal son las cepas de más de 100 años, que hunden sus raíces en los suelos de pura pizarra del pago de Campagnés. Cultiva el viñedo siguiendo las rE glas de la biodinámica. Seis vacas, tres caballos y un asno pastan en el viñedo regularmente, se comen los brotes sobrantes y nutren la tierra con abono fresco. Antes, los vinicultores solían vinífícar según el método de la maceradón carbónica (la fermentación comienza de modo intracelular, en el interior de las propias bayas sin prensar), para conferir a los vigorosos vinos de Cariñena más frescor y ligereza.
Actualmente, Maxirne Magnon vuelve a apostar por este procedimiento. y así. en este terruño del Midi , salvaje y caluroso, consigue un Cariñena de un frescor casi borgoñón. Es un vino con personalidad propia en todos los sentidos, que elude cualquier categorización.
ESPAÑA: Terroir al Límit. Priorat.
Cuando a finales de la década de 1980 unos vinicultores valientes, como René Barbier o Alvaro Palacios, se instalaron en el apartado paisaje de colinas del Priorat. con sus pueblos abandonados y medio derruidos, y participaron en el espectacular renacimiento de este incomparable terruño de pizarra licorella, aún creían en la combinación de variedades ya establecidas con variedades internacionales como Cabernet Sauvignon o Merlot. Pero pocos años después, las selecciones de Garnacha de parcelas viejas ascendieron hasta convertirse en el orgullo de la DO. y la ecuación Priorat ~ Garnacha logró grabarse casi indeleblemente en las mentes de los aficionados al vino. Pero ahora se está perfilando otra diferenciación.
Quien hoy visite grandes bodegas como Terroir al Limit. dirigida por el enólogo sudafricano Eben Sadie junto con su socio alemán Dominik Huber, se llevará una sorpresa: los varietales de Cariñena suelen presentar algo más de finura y precisión que los de Garnacha. «En los áridos suelos de pizarra, la Garnacha a veces se estresa un poco, ¡pero la cepa de Cariñena lo aguanta!», comenta Eben Sadie. Vendimiando más bien pronto. Sustituyendo las barricas por grandes tinas de madera y con una vinificación sin despalillar más bien corta, estos dos visionarios de Terroir al Límit en el Priorat confieren a sus vinos de Cariñena una finura absolutamente asombrosa.
ISRAEL: Vitkin Winery. Judea.
Aunque Israel está a más de tres mil kilómetros del núcleo originario de la uva Cariñena, que puede localizarse entre el Languedoc y el Priorat, aun así sigue formando parte del ámbito cultural enológico del Mediterráneo. Esto ya lo sabían los asesores del barón Edmond de Rothschild. Seguidor de la idea sionista, el barón compró a finales del siglo XIX decenas de miles de hectáreas de tierra en la antigua Palestina y plantó viñedos a lo grande, apostando decididamente por la variedad Cariñena. En las décadas que siguieron, esta variedad cayó en descrédito cada vez más, porque allí, con cosechas de hasta 40 toneladas por hectárea, los vinos salían delgados y se comercializaban en ensamblajes sin nombre. Pero en los últimas 15 años, la cosa ha cambiado. Las viejas viñas de secano plantadas de Cariñena que han sobrevivido al arranque hoy se consideran el bastión de los grandes vinos.
El químico Yair Margalit. autor del manual Concepts in Wine Chemistry, vinificó en 1999 en su bodega. en la localidad costera de Caesarea, el primer Cariñena varietal que hizo furor como vino de calidad. Otro vinicultores como Lenny Recanati (Recanati Winery) siguieron su ejemplo. Desde2002, la Vitkin Winery está considerada como la pionera del auge de la variedadCariñena. En viejas parcelas en Zikhron, Ya’akov y Binyarnina, cerca de la ciudad portuaria de Haifa. surgen vinos complejos de carácter mineral, densos y, aun así. frescos.
CHILE: Garaje Wine Co., Maule.
En Chile, los terremotos son los que marcan las épocas. También en vinicultura. Tras la inmensa cesura que causó el gran terremoto de 1939 en los más diversos sectores de la economía, los propietarios de bodegas intentaron mejorar la calidad de sus vinos plantando nuevas variedades. Por eso plantaron entonces, en la zona vinícola de Maule, cepas de Cariñena en considerables extensiones.
En las décadas que siguieron, no obstante, solo sirvieron para conferir frescor y color a los vinos corrientes locales, a menudo vendidos a granel. No fue hasta 70 años después cuando 12 vinicultores, junto con el periodista enológico Eduardo Brethauer, descubrieron el enorme potencial cualitativo de las viejas cepas en arbusto, sin injertos ni riego, que aún crecen en una superficie de casi 500 hectáreas. En agosto de 20l0, justo un día antes del gran terremoto de ese año en Chile, fundaron la asociación Vignadores de Carignan (VlGNO). Desde entonces, para los fanáticos del vino, los Carignan varietales de Chile se han convertido en el gran descubrimiento. «En las zonas vinícolas calurosas, la Cariñena llega a superar en calidad a la variedad nacional, la Carménére», asegura Eduardo Brethauer. Los productores más destacados, como De Martina o Morandé, hoy vinifican varietales de Cariñena en Maule, y Montes ha lanzado un ensamblaje muy prometedor en la bodega Apalta Vineyard en el valle de Colchagua, en el que la Cariñena marca el tono: el Outer Limits CGM.
CALIFORNIA: Neyers Vineyard. Contra Costa Country
Bmee y Barbara Neyers viven rodeados de cepas de Cabemet y Merlot en una granja en Conn Creek, uno de los rincones más bellos de Napa Valley. Pero quien crea que para ellos el horizonte del vino empieza y termina en las variedades de Burdeos, está muy equivocado. Porqueantes de que Bmee fundara su propia bodega, trabajó 20 años en el comercio del vino, especializándose en productos superiores de Francia. Fue así como conoció las selecciones de Cariñena de Maxime Magnon en Corbieres, y aprendió a amarlas. y se acordó de que también en California antaño hubo importantes plantaciones de Cariñena con las que, no obstante, durante mucho tiempo se vinificaron ensamblajes corrientes.
Emprendió la búsqueda y, efectivamente, encontró tales viñas cerca de la pequeña localidad de Oakley; a unos 80 kilómetros al este de San Francisco. Allí, en la región llamada Costa County, encontró el Evangelio Vineyard, donde medraban vides de pie franco en arbusto de la variedad Cariñena de más de 135 años de edad. Las uvas altamente concentradas de estas cepas se vinifican sin despalillar, siguiendo el estilo de Corbieres, para conferir el frescor necesario a este vino concentrado, que suele supera rel 14,5%de alcohol. El vino mosto fermenta en recipientes de acero abiertos y, en la primera fase de la vinificación, el remontado se realiza hundiendo en el vino el sombrero de hollejos con los pies. Para los iniciados, esteCariñena es sencillamente el mejor vino de Contra Costa County de todos los tiempos.
VINUM. Mayo 2014. Texto: Thomas Vaterlaus, Ilustración: Johanna Pietrek
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