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Archive for enero 2021

La cosecha 2020 ha sido finalmente una añada de calidad a pesar de las incertidumbres que afectaron la evolución del viñedo a lo largo del ciclo vegetativo en un año complejo marcado por la pandemia. Las impresiones sobre la calidad de los vinos elaborados son muy positivas, ya que los primeros descubes han mostrado vinos tintos que estacan por su “gran potencial aromático, equilibrio y buena estructura” y en los que sorprende, sobre todo, “un tanino muy hecho, muy redondo”, ha asegurado el director del Órgano de Control del Consejo Regulador, para quien los vinos blancos “sorprenden por mostrar mucha definición aromática, lo que evidencia una evolución muy positiva en las elaboraciones”. El volumen de uva elaborada en la Denominación de Origen Calificada Rioja en la vendimia 2020 por un total de 583 bodegas ha sido de 410 millones de kg (190,14 millones en Rioja Alta, 125,47 M de kg en Rioja Oriental y 94,28 M de kg en Rioja Alavesa), de los cuales 363,88 M de kg han sido de uvas tintas y 46,28 M de kg de variedades blancas.

Tanto el buen estado vegetativo del viñedo en la fase final del ciclo, como la ejecución de la vendimia en cada una de las zonas de producción conforme a los tiempos que correspondía para que la uva entrara en las bodegas en condiciones óptimas, han sido claves para alcanzar buenos resultados en un año caracterizado por una muy marcada diferencia territorial. La calidad de la cosecha venía condicionada por cierta inestabilidad en la meteorología previa, con precipitación media por encima de 550 (alta con respecto a otras campañas) y accidentes como el granizo, así como por el impacto de ciertas enfermedades como el mildiu, que hicieron daño de manera localizada en ciertos puntos de las zonas de Rioja Alta y Rioja Alavesa.

Tras una brotación explosiva temprana, se alcanzó un final de ciclo con un peso de la baya estable y superior al del año pasado y una maduración fenólica perfecta que permitió ajustar los tiempos arrancando la recolecta de las primeras variedades blancas con cierto adelanto el 17 de agosto. Las ligeras precipitaciones del mes de septiembre, acompañadas con la entrada de viento norte y descenso de las temperaturas nocturnas, “propiciaron un mayor equilibrio y mejora de los parámetros cualitativos”, lo que permite concluir a Pablo Franco que “técnicamente hablamos de una vendimia con una satisfactoria evolución tanto en términos de maduración como de estado sanitario del fruto en que la calidad de la uva ha ido incrementándose conforme iban pasando los días”. “A pesar de haber sido una temporada compleja, marcada por la pandemia, hemos alcanzado unos resultados mucho mejores que los esperados inicialmente”.

Una vendimia segura

Los estrictos protocolos de seguridad que se han tenido que implantar a causa de la COVID19 han complicado la logística en el campo y en las bodegas de “una vendimia atípica que será recordada como una vendimia segura donde el único objetivo común ha sido el de proteger la salud de los temporeros, los trabajadores y los visitantes”, afirma el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente. “En un momento tan crítico como esta vendimia de 2020 era absolutamente necesario diseñar protocolos que establecieran procesos seguros y a su vez garantizaran agilidad para los operadores”.

“Estos protocolos de seguridad también han sido implementados en laboratorios y en viñedos, donde se ha generalizado el aislamiento de los grupos de trabajo mediante turnos, creando comunidades burbuja de individuos que no comparten espacios ni horarios”, explica Lapuente, quien destaca el alineamiento que se ha producido de los distintos agentes, entre los que incluye a las administraciones públicas y a los distintos operadores de la Denominación.

“Se ha trabajado con una enorme profesionalidad”, recalca Pablo Franco, director del Órgano de Control, en cuyo nombre felicita al sector vitivinícola riojano por el importante esfuerzo que han realizado los 14.800 viticultores y 600 bodegas de la Denominación, además del operativo de 200 técnicos y auxiliares que han trabajado en vendimia en el Consejo Regulador.

FUENTE: RIOJA. Denominación de Origen C.

Enero 2021.

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Las 37 cepas de Benedicto descubiertas en los viñedos de Bodegas Luis Cañas permiten recuperar las raíces genéticas de la principal variedad tinta española.

La identificación de 37 cepas de la variedad de uva Benedicto, diseminadas en veinte parcelas de viñedo de Bodegas Luis Cañas, representa un interesante hito en la investigación vitivinícola por tratarse del que fuera progenitor de la principal variedad de uva tinta española en la actualidad. El hallazgo ha ocurrido ocho años después de que un estudio realizado a partir del ADN por investigadores del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y del IMIDRA madrileño determinara que el tempranillo fue fruto de un cruce entre la variedad tinta Benedicto y la variedad blanca Albillo Mayor (Turruntés en La Rioja).

Creen los expertos que tal cruce varietal debió producirse hace al menos cinco siglos, ya que la primera referencia al tempranillo data de 1512, año en el que Alonso de Herrera cita la variedad tinta ‘aragonez’, sinonimia del tempranillo, en su monumental obra sobre la agricultura española. Un par de siglos después, J. A. Valcárcel cita por primera vez la uva tempranillo, cuya descripción realiza en el año 1807 Clemente y Rubio bajo la sinonimia de ‘cupani’ en las localidades de Logroño y Peralta (Navarra).

En septiembre de 2012, nº 200 de La Prensa del Rioja, publicábamos la noticia del descubrimiento de los progenitores del tempranillo por parte de un equipo de investigadores del ICVV y del IMIDRA madrileño. Estaba encabezado por Javier Ibáñez, quien actualmente se encuentra igualmente al frente del estudio que comenzó hace tres años por iniciativa de la familia Luis Cañas en los viñedos que cultiva la bodega, en algunos casos prefiloxéricos, en un entorno aproximado de cinco kilómetros alrededor de la localidad riojano-alavesa de Villabuena. La investigación desarrollada por el ICVV ha llevado a la identificación de unas treinta variedades de uva prácticamente desaparecidas, así como de las 37 cepas de Benedicto, antiquísima variedad en vías de extinción cuya procedencia se sitúa en Aragón.

Además de su importancia histórica como precursor del tempranillo, al parecer tiene un potencial enológico y vitícola de gran interés, como se ha podido comprobar con las primeras 17 botellas de Benedicto que se han elaborado de la cosecha 2019 (¡y quien sabe si de la historia!). Hasta la fecha tan solo se sabía de la existencia por Madrid, Aragón y Navarra de algunas cepas aisladas de esta variedad, descrita en 1914 por el ingeniero Nicolás García de los Salmones, quien en esa época afectada por la pandemia filoxérica había catalogado un total de 44 variedades cultivadas en el territorio de la DOCa. Rioja, frente al abrumador dominio actual del tempranillo en variedades tintas.

Esta pérdida de diversidad que los técnicos denominan “erosión genética” cuenta con algunas excepciones, ‘reductos’ que se han librado de la ‘modernización’, como es el caso del viñedo de la familia Luis Cañas (Bodegas Luis Cañas y Bodegas Amaren), muy comprometida con la práctica de una viticultura sostenible y de calidad. El equipo técnico de ambas bodegas llevaba varios años marcando en esas viñas viejas diferentes variedades, que no se identificaban con las variedades más conocidas. Finalmente, presentó al ICVV en el año 2016 una serie de muestras de material vegetal recogido en sus viñas, con el fin de identificar genéticamente las plantas de las cuales provenían. La rareza que mostraba este muestreo despertó la atención del equipo de Javier Ibáñez del ICVV, que no dudó en emprender junto a la bodega un proyecto de identificación y recuperación varietal, que culminará en este año 2021 con la plantación de un viñedo experimental que sirva como ‘banco de germoplasma”.

FUENTE: LA PRENSA XDEL RIOJA.

Publicación: 26-1-2021

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“Juan Mari Humada, el chef del vino”, escrito por Manolo González ha sido elegido como mejor libro español del año 2020 en la categoría de “Food and Wine” y participará en la final internacional de los Gourmand World Cookbook Awards

“Juan Mari Humada, el chef del vino”, escrito por el periodista y gastrónomo donostiarra Manolo González para Algusto Ediciones ha sido elegido como mejor libro español del 2020 por Gourmand World Cookbook Awards, en el apartado de “Food and Wine” (comida y vinos). 

El libro competirá con otras ocho obras de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Suecia, Suiza, Gran Bretaña y Estados Unidos para otorgar el premio de mejor libro del año en el mundo en esta categoría en el campeonato que se celebrará del 3 al 6 de junio en París. En el concurso global han optado a los premios 175 países.

 “Juan Mari Humada, el chef del vino” es una obra voluminosa en la que se recoge el viaje realizado por el cocinero y el periodista por cerca de un centenar de bodegas de toda España cuyo resultado es un libro con 324 páginas en las que se ofrece información detallada de las bodegas y los 73 vinos elegidos además de las 73 recetas del chef que resumen buena parte de su dilatada y exitosa carrera profesional.

Un libro que ha cuidado también el apartado visual al editarse en gran formato y con magníficas fotografías que ayudan a comprender los diferentes paisajes, tierras, variedades de uvas y, en definitiva, culturas que nos regalan tan diferentes formas de trabajar el viñedo, de elaboración y de crianza.  

Es la cuarta ocasión en que la editorial donostiarra alcanza la final en los premios que están considerados los más importantes del mundo en lo referente a publicaciones gastronómicas. En el 2012, “Alimentación sana para la esclerosis múltiple” consiguió el tercer puesto en la categoría de cocina saludable.

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La contínua labor de investigación por conocer mejor los recursos marinos del chef Ángel León, a cargo del triestrellado Aponiente, ha dado de nuevo sus frutos: el cereal marino.

El que el chef Ángel León ha denominado “cereal marino” es la semilla de una planta acuática llamada Zostera marina. No es un alga, sino una fanerógama marina -“en Europa tan sólo existen 4 tipos diferentes”, apuntan- que pertenece a un grupo de plantas considerada por científicos y biólogos como superiores (con semillas, flores, rizomas, etc.) que curiosamente nacen bajo el mar y se alimenta de agua. Además, desempeñan funciones biológicas y ecológicas clave siendo “arquitectas de ecosistemas”. “Desde hace más de una década todo el equipo de Aponiente seguimos trabajando con la responsabilidad de dar a conocer y aprovechar la gran despensa que es el mar, integrando nuevos productos y alimentos a la dieta humana que todavía siguen ocultos como grandes tesoros bajo el mar. Nuestro sueño es que el mar forme parte de la dieta de todas las personas y esperamos poder conseguirlo poco a poco”, asegura el chef Ángel León.

De acuerdo con las palabras del chef, el objetivo es seguir aprovechando todos esos ingredientes que “hagan de la alimentación de origen marino un recurso sostenible, innovando y aportando valor al sector de la gastronomía y a la sociedad”.

El equipo de I+D de Aponiente lleva más de 3 años investigando junto a la universidad de Cádiz y otras entidades científicas la zostera marina y sus semillas, “el cereal marino”, logrando cultivarlo por primera vez en la historia en un entorno controlado, un proyecto gracias al cual han podido determinar su viabilidad para el consumo humano. Por ahora, un total de 3.000m2, en el Parque Natural Bahía de Cádiz. Un proyecto pionero en el mundo, que además podría cambiar el mapa global del planeta siendo posible el cultivo en zonas que sólo tienen acceso a agua salada.

Según sus investigaciones, han podido constatar que el cultivo del “cereal marino” no solo es uno de los más sostenibles del planeta sino que también es generador de riqueza ecológica, paisajística y social; así como clave en la lucha contra el cambio climático.  Además, se necesitan menos recursos técnicos y económicos para su plantación respecto a otro tipo de cereales.

Además, se ha podido constatar que el “cereal marino” o “arroz marino” como lo llaman algunos, no sólo puede ser utilizado para consumo humano, sino que tiene unas propiedades nutritivas únicas, convirtiéndose en un nuevo superalimento.

Propiedades nutricionales

Desde Aponiente se han llevado a cabo numerosos análisis y estudios comparativos del “cereal marino” respecto al arroz común y otro tipo de cereales cultivados en tierra como la cebada, el trigo, la avena o el maíz.

Los resultados han determinado que un grano es mucho más denso que otros cereales, más nutritivo y muy semejante a las legumbres.  “A nivel gastronómico abre la puerta a otra textura y sabor, denso y firme, como una pasta al dente, aromático, vegetal y yodado.  Sus características para el uso culinario van desde la cocción en la misma línea que los arroces o a las pastas, hasta su procesamiento como harina para elaborar panes o pastas secas”, explica el chef.

Este nuevo cereal contiene mayor cantidad de proteínas de alta calidad (un 13%), hidratos de carbono (82% de los cuáles más de un 50% es almidón), menos de un 2% en grasas (vegetales) y vitaminas A y E “que ningún otro tipo de cereal poseen”, explican, al igual que altas concentraciones de vitaminas del grupo B. Por último, ácidos grados esenciales, omegas 3 y 6, aminoácidos no existentes en cereales comunes, minerales e incluso una importante proporción de glucosa, que lo convierte en un superalimento con cualidades excepcionales para una dieta muy saludable.

Contra el cambio climático

El equipo de investigación asegura que los estudios científicos han certificado que la zostera marina, planta de la que procede el cereal marino, genera hábitats de un altísimo valor biológico, ecológico, paisajístico y social.  “Los beneficios para el medio ambiente son innumerables, ya que los humedales costeros y praderas marinas son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra. Para el estudio detallado del cereal marino se han recuperado áreas que habían sido abandonadas hace décadas, contribuyendo a la revitalización medioambiental y social del entorno”, afirman. Y añaden “Se han restaurado antiguas salinas y piscifactorías para crear plantaciones de cereal marino que han hecho posible mantener la actividad tradicional primaria y recupera ecosistemas, generando una gran biodiversidad marina. Hay que tener en cuenta que la zostera marina está en peligro de extinción y que a través de su cultivo se está recuperando una especie autóctona de gran valor para el medio ambiente”.

Para el chef “esta riqueza paisajística y natural sin duda es un reclamo para el ecoturismo; convirtiéndose en un importante dinamizador económico y social, ayudando a la comunidad y preservando la naturaleza y los ecosistemas marinos para futuras generaciones, sumando así a la mar desde la cocina”.

La productividad de cultivar el futuro y su protección

El estudio llevado a cabo demuestra que el cultivo del cereal marino tiene menores necesidades y requerimientos técnicos y económicos para su cultivo que otros cereales comunes, siendo además muy productivo.

En relación a esto último, se obtienen hasta 5 espigas por planta superando así en 30 veces el potencial de una extensión de selva tropical. La estimación de rendimiento en estado silvestre es de 5 a 7 toneladas por hectárea, similar a la producción de otro tipo de cereales.

Por otro lado, los costes de su cultivo son bajos debido a que el “cereal marino” es una planta perenne, por lo que no es necesario resembrar anualmente los cultivos. Además, no requiere pesticidas debido a que no hay plagas, no sufre de enfermedades conocidas ni requiere abonos, además el agua de mar circula constantemente y se puede utilizar y aprovechar el sobrante para otros usos que generan retorno.

Sostenibilidad

La sostenibilidad ha sido y es parte imprescindible del ADN de Aponiente desde sus inicios. Los estudios realizados por el equipo de investigación de Aponiente avalan que el cultivo de zostera marina, y por tanto del cereal marino, es el más sostenible conocido hasta la fecha y un generador de gran biodiversidad marina.

Se ha demostrado que no se requieren fertilizantes ni químicos en los cultivos ya que no se conocen plagas ni enfermedades que le afecten, no necesita nutrientes adicionales si se recircula agua de mar y es generador de gran biodiversidad ya que produce oxígeno subacuático, lo que genera gran vida marina a su alrededor. Además, fija el sustrato y evita la erosión del fondo marino, reduce el impacto del oleaje y retiene sedimentos, es refugio y zona de reproducción marina para algunas especies (peces de interés comercial, caballitos de mar, crustáceos como camarón, etc.) y además reduce la acidificación (descenso del Ph) del océano.

Dieta equilibrada gracias al mar

Desde hace más de 10 años el laboratorio de Investigación Gastronómica Chef del Mar de Aponiente, con Ángel León al frente y con Juan Martín como biólogo de Aponiente, se dedica a realizar un ejercicio constante de observación y posterior investigación científica de los alimentos del mar, con el fin de descubrir y dar a conocer todos esos productos aún ocultos y desconocidos que hagan de la alimentación de origen marino un recurso habitual y sostenible en las dietas de los seres humanos.

A raíz de este descubrimiento y para seguir conociendo las infinitas posibilidades de todo lo que el mar ofrece Aponiente creará “el primer y único centro especializado de I+D en cultivos vegetales marinos del mundo”. Para el equipo, el objetivo, no sólo es seguir investigando sobre el cereal marino, sino “trabajar para seguir avanzando en el proyecto que puede ser clave para que algún día los cultivos terrestres puedan trasladarse al mar y lograr hacer realidad el sueño de una huerta marina”.

FUENTE: 7 CANIBALES.- Revista Gastronómica Digital

10.1.2021

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Vinos sin fruto

Los aromas y sabores afrutados son de gran importancia para los vinos de hoy. Para describir un vino, los prescriptores nos hablan de frutas, a veces muy raras. Los vinos neutros, poco expresivos, son vistos con algo de sospecha.

Desde una perspectiva histórica, este amor por el fruto es asombroso. Durante miles de años, los amantes del vino poco hablaron de fruta. Los grandes vinos del pasado tenían otros atractivos: su textura, su lentitud, su estructura. Vale la pena leer las descripciones que los antiguos hacían de ellos.

En la década de 1980, surgió el gusto postmoderno por vinos expresivos, muy intensamente aromáticos, que se han convertido en arquetipo del buen vino. Los críticos, que hasta entonces hablaban de las texturas y el equilibrio de los mejores vinos, comenzaron a dar más importancia a los aromas frutales. Hoy en día premiamos la juventud brillante y su expresión aromática.

Los expertos humectan los vinos y matizan sus olores, en los que se solazan. Y, sin embargo, hay algo extraño en esta forma de degustar. Lo que retenemos de un vino es, sobre todo, la combinación de sensaciones en boca, no solo aromáticas, sino también táctiles, salivación, sabor, persistencia. La nariz es como el aperitivo de la cata; la degustación real se realiza en boca. La textura del vino, el recuerdo del placer y su complicidad con nuestros sentidos, son los factores que más cuentan.

Además, los aromas jóvenes e intensos obnubilan con su brillante inmediatez. Los vinos menos aromáticos requieren más atención. Sabemos que lo que hacemos con cuidado es más satisfactorio, ¡algo de bueno habrá en poner más atención!

Recomendaría degustar algunos vinos magníficos, pero de poca fruta en nariz, con concentración y parsimonia. Los placeres refinados y discretos de los nuevos vinos de crianza biológica no fortificados de Montilla-Moriles y Jerez-Sanlúcar (y alguno de Rueda), las texturas sedosas de los grandes vinos blancos riojanos de larga crianza, la redondez sensual de las garnachas blancas de Terra Alta, la sutil complejidad de los godellos criados sobre sus lías, ocupan un lugar en nuestra memoria más cercano a la caricia de una madre que a la fragancia de aquella novia. No hay que elegir, que las dos cosas son bellas.

Fuera de España, me apasionan la tímida elegancia de los silvaner de Franconia, la tensión discreta de los mejores sémillon de Hunter Valley de la lejana Australia, la mayestática austeridad del mejor colares portugués, o el equilibrio fino de los grandes trebbiano dell’Abruzzo.

Son todos ellos vinos que no vienen a ti, sino que te exigen llegar a ellos. Su degustación nunca se acaba al engullir el líquido. Hay que permanecer atento a su memoria, al recuerdo del vino, porque es lo mejor.La fruta fresca es hermosa, atractiva, inmediata…, pero tiene un componente banal. A veces, cuando la fruta sale lentamente del escenario, con discreta complejidad, cuando el vino se desnuda de ese maquillaje juvenil para mostrar su delicada textura, aparece algo aún más bello.

FUENTE: SOBREMESA. SOBREMESA. Revista Española del Vino y la Gastronomia.

Autor: Pedro Ballesteros.- 17 de Enero de 202

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El Covid-19 lo ha cambiado todo, incluido los hábitos de consumo. ¿Qué tendencias van a marcar la hostelería durante este 2021? Las desvela un estudio de ElTenedor, que señala que el 83% de los consumidores afirma sentirse cómodo y seguro yendo a un restaurante y planea seguir haciéndolo este año.

El estudio de ElTenedor analiza cuáles han sido las tendencias gastronómicas de 2020, marcado por la pandemia, y cuáles ellas han llegado para quedarse y marcarán las tendencias en hostelería en 2021:

Más reservas más online

El 88% de los comensales afirma que sus hábitos han cambiado a la hora de salir de restaurantes: intentan reservar más en terrazas (43%), adelantan el horario de cena (42%), reservan más online (38%), reserva con mayor antelación (31%) y consumir delivery y takeaway (29%), entre otros.

El consumo digital se ha disparado durante el pasado año y cerca de un 40% afirma que reserva más online en restaurantes desde la llegada del Covid-19.

Además, los comensales españoles han echado mucho de menos salir de restaurantes: así lo confirma un 55% de los encuestados a los que les hubiera gustado salir más a comer o cenar fuera. Lo que más han echado en falta ha sido viajar (89%) y pasar más tiempo con a familia y amigos (62%).

Seguiremos yendo a restaurantes en 2021

Los consumidores valoran el esfuerzo de los hosteleros y confían en su esfuerzo por implantar todas las medidas de higiene y prevención, Poe ello, el 83% de los encuestados planea continuar yendo a restaurantes, ya que se siente cómodo y seguro.

Además, si las circunstancias lo permiten, el 66% tiene previsto acudir a restaurantes entre una y dos veces por semana durante este 2021, destinando el 56% de ellos un presupuesto similar al gastado en 2020 eligiendo restaurantes en base al precio (42%) y a la calidad gastronómica (27%), principalmente.

Los restaurantes se digitalizan y reinventan

La hostelería está viviendo unos momentos muy duros: 6 de cada 10 restaurantes encuestados han perdido el 50% de su facturación en 2020. Tan solo un 1% declara no haber sufrido pérdidas a causa de la crisis.

Un 88% de los restauradores afirma que han tenido que reorientar su negocio, ofreciendo nuevos servicios y apoyándose en herramientas digitales para poder rentabilizar sus negocios y adaptarse a las restricciones.

Para ello, los restaurantes han contado con la digitalización como aliada. El uso de herramientas digitales ha jugado un papel muy necesario para el 72% de los encuestados. De entre ellos, el 56% destaca la importancia de las reservas online, que en opinión de más del 95% de los restauradores, es una tendencia en alza que ha llegado para quedarse.

Es más, el 58% de los hosteleros sitúa las reservas online y la gestión digital del negocio como una de las claves para el funcionamiento de sus restaurantes de cara a este nuevo año, donde también será determinante la calidad de la cocina.

En esta nueva realidad del sector, han compartido protagonismo con la digitalización las medidas de seguridad implementadas en los establecimientos. Además de las obligatorias dispuestas por las instituciones, los locales han incorporado otras como dispensadores de gel hidroalcohólico (96%), códigos QR para visualizar el menú digitalmente (75%) y la instalación o ampliación de terrazas para fomentar el consumo al aire libre (48%).

Además, los hosteleros han recurrido a otras soluciones para mantener su actividad durante los cierres y restricciones, como el delivery y el takeaway o a nuevas fórmulas para atraer clientes como los menús especiales, los descuentos, el incremento de las medidas de seguridad o la inversión en publicidad.

Respecto a las tendencias en hostelería que marcarán este año, según el estudio de ElTenedor los hosteleros lo tienen claro: la vuelta a la calidad de la comida (67%); las reservas online y la gestión digital de los negocios (58%); el cambio de horarios (40%); valorar más la experiencia como complemento de calidad culinaria (41%) o la evolución hacia una cocina más sostenible y ecológica (34%), triunfarán en este 2021. Sólo un 23% cree que los menús a precios ajustados y los descuentos serán más demandados, y un 11% que seguirá primando el ambiente y la decoración por encima de la gastronomía.

Respecto a las tendencias que los comensales creen que triunfarán en 2021, destacan las reservas online ( 77% ); el precio moderado (52%); el delivery y take away (50%); la calidad de la comida( 41%) y las reservas con mayor antelación (30%). Un 29% apunta que seguirá en auge la cocina sostenible, y un 28% que continuará adelantando su hora de cena a las 20h.

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