Detalle de los vinos |
Región |
1.- Dönnhoff Kreuznacher Krötenpfuhl. Kabinett 2011 |
Nahe |
2.- Dönnhoff Oberhäuser Leistenberg. Kabinett 2011 |
Nahe |
3 – 4 – 5 – 6. Weingut Pfeffingen Weilberg GG Añadas: 2010–2009–2008-2007 |
Pfalz |
7 – 8 – 9 – 10. Weingut Keller Kirchspiel GG Añadas: 2010–2009–2008-2007 |
Rheinhessen |
11-12-13-14. Weingut Dönnhoff Hermannshöhle GG Añadas: 2010–2009–2008-2007 |
Nahe |
15.- Schloss Lieser Brauneberger Juffer Sonnenuhr Spätlese 2005 |
Mosel-Saar-Ruwer |
16.- Weingut Karlsmühle Lorenzhöfer. Auslese 1999 |
Mosel-Saar-Ruwer |
17.- Weingut Haag Brauneberger Juffer Sonnenuhr. Auslese. 2005 |
Mosel-Saar-Ruwer |
18.- Weingut Karlsmühle Lorenzhöfer. Auslese 2005 |
Mosel-Saar-Ruwer |
19.- Schloss Lieser Brauneberger Juffer Sonnenuhr. Goldkapsel 2006 |
Mosel-Saar-Ruwer |
20.- Weingut Dönnhoff Oberhäuser. Brücke. Beerenauslese Goldkapsel 2006 | Nahe |
21.- Weingut Dönnhoff Oberhäuser Brücke. Eiswein. 2011 | Nahe |
RIESLING.- Uva de origen alemán propia de la región del Rhin, El cultivo de esta cepa se remonta al siglo XI, aunque no logró consolidarse hasta los siglos XVII y XVIII.
Junto a la Chardonnay, es la variedad de uva blanca de más carácter. De maduración tardía proporciona los elementos ideales para obtener vinos nuevos y frescos, cosechas favorables al envejecimiento y vinos de postre complejos y concentrados. Tiene la virtud de mantener la acidez a medida que avanza la maduración lo que hace de ella una variedad idónea para calidades Spätlese y Auslese.
La Riesling es una de las variedades que mejor absorbe y refleja las propiedades del terreno. Los vinos procedentes de las diferentes tierras de producción –pizarras, pendientes arcillosas, primitivas formaciones de rocas, etc.-, se diferencian claramente entre sí. La gama de sabores abarca desde un carácter mineral y afrutado, hasta el meloso de vinos de calidad. La superficie que ocupa en el viñedo alemán es: 20.794 ha. (20,4% del total); y es la primera variedad de uva en Alemania.
En general, los vinos blancos alemanes, a pesar de su singularidad y reconocida calidad, son una incógnita para consumidores no iniciados. Alemania dispone de 13 zonas de viñedos, con diferente topografía, composición de suelos, etc., que junto a la climatología particular de cada una de ellas, transmiten a los vinos diferentes perfiles, que dependen por tanto de la ubicación (suelo y el microclima) que aporta matices muy diferentes vinos. Las condiciones óptimas proporcionan las fuertes pendientes pedregosas de retención de calor a lo largo de los valles de los ríos.
Pfalz, Rheinhessen, Nahe y Mosel-Saar-Ruwer son los lugares de origen de los vinos catados.
Existe una Clasificación de los vinos alemanes, que todo entendido debe saber ya que la ley alemana obliga a señalar el tipo de vino en las etiquetas, con arreglo a la misma. Los vinos de la cata son de la Qualitätswein mit Prädikat (QmP), que corresponden a la calidad superior; dentro de esta categoría se encuentran diferentes Prädikaten, en función del azúcar del mosto y que en orden creciente son: Kabinett; Spätlese; Auslese; Beerenauslese; Trockenbeerenauslese y Eiswein o vino de hielo.
Sin entrar en el detalle de cada vino, por su amplitud, se puede recoger el resumen general. Alcohol: 7,5% en vol. en dos de ellos; 8 y 8,5% en varios; algunos con 10% y otros más con 13 y 13,5%. Téngase en cuenta de que parte del azúcar no se transforma para dar el carácter dulce de algunos de los vinos.
Añadas desde un “antiguo” 1999 hasta los del 2013. Limpios y brillantes en su presentación, con colores de la gama de los amarillos suaves, más o menos intensos según la edad. Con las diferencias del origen y el carácter que aportan las bodegas, los vinos en nariz son aromáticos, de preferencia frutas blancas, tropicales y cítricos en algunos casos. Muestran complejidad, intensidad y persistencia, sin que falte alguno con algún toque “discordante”.
En boca, se repiten las frutas, aparecen los tonos dulces bien compensados con la acidez adecuada en casi todos. Untuosidad, recuerdos mielados, complejidad, y hasta alguno resulta aterciopelado en el paso de boca. Buena intensidad aromática. Alguno de los más modernos necesitan más tiempo, para redondear su carácter.
En un balance amplio se puede cerrar la crónica encomiando el conjunto de la cata, con vinos muy buenos y gratos en la degustación, aunque también hay que señalar que algunos quedaban un poco por debajo de la nota alta del conjunto.
De cualquier manera, una experiencia espléndida para aficionados avanzados y conocedores de los muy buenos alemanes. Animo a mis lectores a acercarse a ellos, con criterio de recurrir a lecturas sobre estos vinos que se pueden hallar en Internet. Como en todo, hay escalas en los vinos alemanes, y merece la pena acudir a un vinoteca y dejarse aconsejar.
Instantáneas de la cata, celebrada en la Sala Autores del Teatro Campos Elíseos.