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Archive for febrero 2015

Aveleda-estate-Main-Residence-2Quinta de Aveleda, en Penafiel. Portugal

Portugal ha caminado hacia la modernidad tras décadas de oscuridad. Sin demasiado ruido, la Región de los Vinhos Verdes ha vivido su particular revolución enológica y es ahora cuando se muestra al mundo en todo su esplendor.

Hace unos años los lectores de Sobremesa fueron testigos de excepción de una iniciativa pionera: un enfrentamiento entre las dos orillas del Miño mediante una cata a ciegas de Albariños españoles de Rías Baixas y Alvarinhos de la Región de los Vinhos Verdes. Se trataba, a priori, de un duelo ibérico claramente descompensado. Pero una selección formada por expertos de ambos países dictó sentencia y, contra todo pronóstico, los vinos portugueses coparon los primeros puestos. ¿Qué había ocurrido? Simplemente que los nuevos vinhos verdes ya estaban ahí desde hacía tiempo y solo había que descubrirlos.

 Un nuevo comienzo

quinta-da-aveleda-lvHasta hace algunos años, estos vinos estaban considerados como una especie de souvenir gastronómico del norte de Portugal, perfectos para acompañar a cualquiera de las recetas de bacalao –dicen que hay 365, una para cada día del año- que se elaboran en el país. El cultivo primitivo en minifundios y la prohibición de plantar grandes viñedos en la zona impuesta por el gobierno de Salazar había desterrado al vinho verde al consumo regional y casero. Hace dos décadas y libre ya de restricciones, la Comissão de Viticultura da Região dos Vinhos Verdes (CVRVV)puso los puntos sobre las íes e instó a las bodegas de la zona a centrar su producción en los blancos, mucho más comerciales y fáciles de exportar. Los productores aceptaron el reto y las correspondientes subvenciones, pero una transformación de tal magnitud necesitaba de algo más que un simple cambio de mentalidad empresarial y una inyección económica. Afortunadamente, el cambio de milenio trajo consigo una nueva generación de enólogos con amplitud de miras dispuestos a encabezar una de las mayores reconversiones vinícolas de la historia de Portugal.

 Tiempos modernos
 Las variedades utilizadas para elaborar vinho verde continúan siendo autóctonas, pero estos nuevos enólogos –algunos procedentes de Galicia- han llevado a cabo una criba considerable y se han centrado solo en aquellas a las que les pueden sacar mejor partido: Avesso, Arinto, Alvarinho, Trajadura y Loureiro. En el viñedo –el mayor de Portugal con más de 34.000 hectáreas-, el caos selvático de antaño ha sido sustituido por el cultivo en espalderas con el fin de hacer prevalecer la calidad frente a la cantidad. El antiguo enforcado, un sistema mediante el que las cepas descansan en lo alto de árboles a tres o cuatro metros de altura y exige vendimiar en escalera, ha sido relegado definitivamente y se ha convertido en una rareza difícil de encontrar. Lo mismo ocurre con el ramado, solo empleado ya para elaborar vino en fincas particulares. En las grandes quintas, su presencia es meramente ornamental.
 La innovación y las nuevas modas están presentes también en algunas bodegas de la zona. El profesor de enología Rogerio de Castro ha implantado en el viñedo de su Quinta de Lourosa el sistema de conducción en Lys, que permite, según su hija Juana, “una mayor productividad y una vendimia manual más rápida”, y Solar del Merufe ha elegido la biodinámica como forma de cultivo. Los resultados son desiguales, pero el salto de calidad es indiscutible. En general, la agresividad clásica del vinho verde ha dado paso a cierta elegancia sin perder un ápice de frescura.
Entre ríos

[Img #6378]Cualquiera que se adentre en la Región de los Vinhos Verdes desde Galicia no encontrará, a priori, grandes diferencias entre ambos paisajes. El Minho, al norte; el majestuoso Douro, al sur; el océano Atlántico, al oeste; y varios sistemas montañosos al este acotan la región como si de un inmenso anfiteatro se tratara. Su escenario, pintado de verde por cientos de bosques de pino y eucalipto, tierras de pasto y cultivos, es una sucesión de frondosos valles fluviales en los que la vegetación se muestra especialmente exuberante. Los ríos Este, Cávado, Lima y Támega no cesan de dar riqueza a una tierra que parece tener vida propia. En sus pueblos y aldeas, donde no parece pasar el tiempo, reina la tranquilidad y el sosiego. Pero, sin duda, lo que marca la diferencia entre el paisaje gallego y portugués es el viñedo, integrado entre casas, bosques y montañas como en ningún otro lugar de la Península Ibérica. Toda la región está salpicada de viñas y cada campo de cultivo, por pequeño que sea, está rodeado de su particular ramado. Las parras de Alvarinho, Loureiro y Trajadura mantienen la esencia de un vino cuya presencia es imprescindible en cualquier hogar del norte de Portugal y del que, por fin, podemos disfrutar sin complejos en cualquier parte del mundo.

FUENTE: SOOBREMESA.es

Autor: Alex Calvo. Imagen:Antonio de Benito
 25 de febrero de 2015

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IMG_2538Los vinos de la cata: Blancos, Tintos, Eiswein, Generoso Fondillon
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SERIE DE LOS VINOS BLANCOS.-

la foto 2Tres vinos blancos de origen alemán de diferentes variedades, pero de la misma zona de producción y de la misma bodega. Las uvas son: Riesling, Weisser Burgunder y Gewürztraminer. El cuarto vino de la catalana uva Xarel-lo.

Los tres primeros son vinos de gran calidad, bien presentados a la vista, con aromas diferenciados en nariz, principalmente a frutas, y muy agradables en la boca. Sedosos, nítidos en los aromas, untuosos, buen paso de boca, y el Gewürztraminer con un grato gusto dulce, equilibrado con una adecuada acidez. ;uy buenos vinos, en definitiva. Los tres vinos se calificaron como EXCELENTES: el «Gewürz» con 90 puntos; el Weisser Burgunder con 88 y el Riesling con 87 p. El vino de la uva Xarel-lo, bien presentado pero con aromas en nariz y en boca más «recortados» que los anteriores y con las limitaciones de esta clase de uva: MUY BUENO. 84 p.

SERIE DE LOS VINOS TINTOS.-

IMG_2542La propuesta de esta serie era: la comparación de variedades foráneas: Pinot Noir Vs Cabernet Franc, con vinos nacionales y extranjeros. La aceptación de los vinos, según las calificaciones medias obtenidas, no fue elevada y menos aún generalizada. Notas bajas, aunque el vino argentino alcanzó el NOTABLE, con 87 p. Buen vino, con abundantes aromas en nariz y en boca. Gustoso en ésta pues la Cabernet Franc se manifiesta con un buen carácter, equilibrado en los tonos frutales, tánicos, herbáceos, todo ello enmarcado por un delicado pase por madera. Buen vino. El otro Cabernet Franc, con algo de C. Sauvignon, gustó menos que el anterior, pues aparte de tratarse de un txakolí vizcaíno al que se está muy poco (nada) acostumbrado, presenta cierta acritud a su paso por boca, con la presencia de los taninos y un poco de «verdor». Se trata de uno de los mejores txakolís beltzas que se puede  tomar en Bizkaia, pero con caminos de mejora por delante.MUY BUENO (81 p.).

Los Pinot Noir (Francia y Navarra) cumplieron  en la degustación sin levantar entusiasmo, aunque se calificaron ambos como MUY BUENO, CON 84 y 85, respectivamente. No es fácil hallar vinos de calidad en la variedad Pinot Noir, a menos que procedan de la propia Borgoña. Y dentro de ellos, hay que gastarse unos euros para empezar a disfutar el vino.

SERIE DEL VINO DULCE Y DEL GENEROSO.

IMG_2544La técnica para conseguir esta uva consiste en dejar sobremadurar la uva en la cepa, que no se cosecha hasta que se produce la primera helada. Cuando el grano se hiela, el agua se expande y rompe la cascarilla de la uva. Así, se pierde más agua y el azúcar es más concentrado. Así se consigue que los vinos de hielo sean extraordinarios de riqueza y de persistencia aromática gracias a su concentración y a una acidez fuera de lo común. El de la cata fue un vino aromático en nariz con los tonos suaves y característicos de cítricos, miel y algunos recuerdos de frutas tropicales. En boca untuoso, suave, con el tono dulce compensado por la acidez del vino. Buen cierre de boca, rico y persistente. Buen vino, en definitiva, que se calificó como EXCELENTE (91 p)

 

El cierre de la cata se hizo con un Fondillón, aportado por Alberto con ocasión de la coincidencia de su «cumple». Buena idea pues es el vino adecuado por su carácter y la calidad.

salvador-poveda-gran-reserva-fondillonJoya vinícola alicantina, el Fondillón es un vino dulce añejo que se producía en la huerta alicantina hasta los años 70. Fué un caldo muy reconocido hasta el siglo pasado en todo el mundo. Hoy en día pocas bodegas lo producen por tener una elaboración difícil, con un mínimo envejecimiento durante 10 años mediante fermentación natural. El Fondillón sólo se produce bajo la Denominación de Origen Alicante, tanto es así que antiguamente se le llamaba simplemente ‘Alicante’.
Es uno de los pocos vinos en todo el mundo con nombre propio (sólo hay cinco). Está protegido por la UE y declarado por la Unión Europea como vino de lujo Europeo.

Color caoba oscuro. En nariz da aromas intensos, complejos y de distinto carácter: Frutos secos, tostados de madera, pastelería, algunas frutas pasificadas, etc. En boca confirma lo anterior: potente, untuosos, dulce discreto sin empalago, buen cierre de boca….. y lamentas que se haya acabado. Se trata de vinos que hay que repasar de vez en cuando, pues conservan su tradicional elaboración, recuperada y mejorada en los ochenta en adelante. Quien esto escribe recuerda una cata excepcional de varios vinos de Fondillón realizada en la bodega de Salvador Poveda, una espléndida mañana, mano a mano con el propio bodeguero.  Calificación: EXCELENTE (94 puntos).

DETALLE VINOS DE LA CATA:> ¡CLICK!CATA. G-II. Febrero 2015.

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EL 13 DE FEBRERO LA BODEGA ELIZALDE, DE ELORRIO, PRESENTÓ SU NUEVO TXAKOLI TINTO ELABORADO CON UVA | PINOT-NOIR QUE HA SIDO COSECHADA EN LAS TIERRAS DE LA FIRMA.

 

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Jose Luis Kerejeta se muestra satisfecho del trabajo realizado en la investigación vinícola y sobre todo con el producto que ha visto la luz hace unos días y que, de momento, no será comercializado. (Alain Salterain)

HAN pasado tres años desde que Jose Luis Kerejeta, más conocido como Txelu, comenzara a indagar en Elorrio sobre la posibilidad de trabajar una variante del txakoli tinto. “Fue en 2013 cuando empezamos a experimentar con una uva francesa llamada Pinot-Noir, con la que se producen los mejores champagnes rosados. Cuando me preguntan la razón por la que elegimos esta planta yo suelo decir que es importante innovar pero con buenos resultados, y la Pinot-Noir es una planta fiable. Aquí tenemos las uvas de La Rioja, pero esas no las puedes cultivar en Elorrio. Nosotros necesitábamos otro tipo de planta que diera buenos resultados conforme la climatología de aquí. Queríamos una uva atlántica, no mediterránea”, señala Kerejeta en su bodega. Al parecer en este campo el cambio climático también esta generando algunos trastornos. “Se da la circunstancia de que las plantaciones vinícolas, debido a la subida de la temperatura, van subiendo hacia el norte y llegará un momento que en Londres producirán Champagne”, narra el enólogo.

El Kerixeta Beltza, denominación del nuevo producto elorriarra, comenzó su proceso en dos vertientes. En primer lugar se injertó la planta de uva elegida sobre otro viñedo y la segunda fue la plantación de la Pinot-Noir en las tierras de la bodega. El primer experimento ha sido el que ha dado sus frutos este año, aunque la añada se recogió a finales del pasado. La segunda tardará un tiempo más en dar racimos. “Solo hemos hecho unas cuantas botellas, 2.000 en total, como muestra del proceso de investigación. Nosotros queremos ir poco a poco e ir mejorando nuestros productos”, apuntó Txelu.

La presentación del Kerixeta Beltza tuvo lugar el pasado 13 de febrero entre amigos y conocidos, aunque el producto estrella de la bodega sigue siendo de momento el Txakoli Mendraka.

Todo empezó hace casi 20 años, en 1996, cuando el caserío Elizalde se quedó sin ganadería y las cuadras pasaron a convertirse en grandes bodegas. “Cuando nos quedamos con todo esto empezamos a pensar en nuestro futuro y un amigo nos propuso poder dedicarnos al txakoli. Entonces, en 1992 hicimos la primera plantación y tres años después la segunda, y fue entonces cuando nos planteamos dedicarnos a este sector”, explica Kerejeta.

En la actualidad la bodega cuenta con cinco hectáreas en el barrio de Mendraka, más hectárea y media de otros productores que les venden la uva, como son Mikel Irizar, y Lorenzo de Miota. En total producen unos 42.000 litros, que suponen la comercialización de 50.000 botellas de Bizkaiko Txakolina. “El espacio de la antigua cuadra se dividió en dos plantas. Arriba tenemos la prensa donde se hace el embotellado y abajo se lleva a cabo todo el proceso de fermentación”, explica Txelu.

Normalmente la recogida suele realizarse en los meses de septiembre u octubre, y todo el proceso, hasta el embotellamiento puede durar en torno a cuatro o cinco meses. “Se coge la uva en cajas pequeñas y se prensa, luego se baja el jugo con mangueras a los depósitos, una vez desfangado empieza la fermentación, es decir la transformación del azúcar de la uva en alcohol, dicho de otra forma se pasa de mosto a vino, que tiene que estar entre los 16 y 19 grados de temperatura, aunque todo este procesos lo tenemos digitalizado. Finalmente el vino se clarifica con un producto volcánico y se deja limpio el caldo para embotellar”, explica Txelu.

FUENTE: Deia.com –  ALAIN SALTERAIN –  22 de Febrero de 2015

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Nadie hablaba de la mineralidad del vino hasta que lo hizo Robert Parker hace treinta años. Desde entonces, un toque mineral ha sido sinónimo de calidad y algo ansiado por las bodegas y repetido por los entendidos. Una investigación científica ha echado por tierra el concepto. Se lo contamos.

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En los años ochenta del siglo pasado, el prescriptor norteamericano Robert Parker la persona más influyente de la crítica internacional descubrió una nueva acepción en la lista de descriptores tradicionales del vino que, poco a poco, ha ido ganando adeptos, hasta convertirse en un supuesto atributo que, a partir de determinado precio, gran parte de los vinos suelen contener… o al menos aspiran a ello. De hecho, si usted es consumidor habitual, se habrá encontrado con aquel amigo que, después de invertir unos cuantos euros en una buena botella, describe los atributos del vino y suelta una frase más o menos similar: «Os habéis fijado en el carácter mineral que tiene…».

El profesor Antonio Palacios (Laboratorios Excell Ibérica) y David Molina (OutLook Wine) iniciaron hace un par de años un curioso proyecto de investigación, privado, cuyas conclusiones se presentaron hace unos meses en un congreso internacional en Barcelona para ahondar en este concepto de mineralidad, del que curiosamente no hay ninguna referencia anterior al olfato y al paladar de mister Parker, a pesar de que, evidentemente, los grandes vinos del mundo se hacían también antes de la irrupción del gurú de la crítica y, por supuesto, ya estaban asociados al terroir como gran factor diferencial.

Palacios y Molina seleccionaron docena y media de grandes vinos del mundo, tintos y blancos, y los sometieron al juicio de dos paneles de cata ciega y sin avanzar cuál era su fin, es decir, sin inducir sospecha alguna a los catadores de que pretendían aislar la mineralidad: 16 elaboradores y, por separado, otros 20 profesionales entre periodistas, sumilleres y distribuidores. «Seleccionamos los tres vinos blancos y los tres tintos en los que el concepto mineral apareció más en las descripciones de las catas y nos fuimos al laboratorio», recuerda Palacios.

Los vinos se analizaron pormenorizadamente y se identificaron los compuestos químicos relacionados con esas percepciones olfativas y gustativas. A continuación, los investigadores prepararon en el laboratorio vinos sintéticos con añadidos de esos compuestos: uno, mineral, y otro, antimineral, que de nuevo probaron los dos grupos de catadores: en una primera ocasión, desconociendo que el objeto de la investigación era descubrir los compuestos supuestamente causantes del carácter mineral y, en una segunda, conscientes de ello, pero sin saber que los vinos que probaban en ambas ocasiones eran los mismos. «Evidentemente, la sugestión influye mucho en la cata, y la percepción de mineralidad aumentó en la segunda ronda, pero es cierto que se encontró también en la primera», explica Palacios.

La mineralidad no es un cuento chino, pero no la provocan los suelos 

Así las cosas, ¿se pueden oler, incluso degustar, las piedras?; ¿es capaz una cepa, una planta, de absorber nutrientes de determinados suelos, a priori, rocosos? El profesor Palacios tiene claro que la mineralidad no es un cuento chino, pero también que, curiosamente, no es la composición de los suelos el principal causante de los compuestos químicos que la provocan: «Parece lógico pensar que la riqueza o pobreza de un terreno tenga su efecto en la fisiología de la planta, pero la mayoría de las moléculas orgánicas e inorgánicas de la uva proceden del metabolismo aéreo de la planta, es decir, no las absorben las raíces. Influyen mucho más las prácticas en bodega, como la maceración prefermentativa, el empleo de levaduras seleccionadas específicas, la crianza prolongada sobre lías…, técnicas totalmente lícitas por otra parte». 

Dicha conclusión, fundamentada por primera vez científicamente, echaría por la borda numerosos argumentos de marketing, incluso reproducidos en las propias etiquetas de grandes vinos: «Lo que sí hemos comprobado es que determinadas situaciones de estrés de la planta, como los suelos muy profundos, en ladera, de montaña, los climas fríos, de alto contraste térmico…, es decir, viticulturas extremas, dan lugar a la aparición de compuestos volátiles que luego se interpretan como aromas o gustos minerales».

En definitiva, si usted abre una blanco de riesling alsaciano o un tinto de Priorat podrá encontrar ciertas notas minerales, pero debidas más al tipo de viticultura y enología que, por ejemplo, al suelo pizarroso característico de la denominación de origen tarraconense. «Los vinos minerales no son exclusivos de climas fríos del norte de Europa, sino que además se pueden encontrar en el Mediterráneo en altura o en zonas atlánticas españolas también con altos contrastes térmicos y de estrés para la planta», concluye el investigador.

¿Qué es la ‘mineralidad’?

El término no está reconocido científicamente ni por la propia Real Academia de la Lengua. Tampoco existe como descriptor en otros idiomas como el inglés. Parker utilizó en su día expresiones como smell wet stones, que se han traducido a ese término en español. Aromas y sabores que recuerdan al humo de cerilla, sílex, piedra de mechero o pedernal son los utilizados por los catadores para asociarlos al supuesto carácter mineral de un vino.

El gurú cuestionado

En los años ochenta del siglo pasado, el norteamericano Robert Parker la persona más influyente de la crítica internacional (en la foto de abajo) descubrió una nueva acepción en la lista de descriptores tradicionales del vino que ha ganado adeptos: la mineralidad. Hoy es un supuesto atributo que, a partir de determinado precio, gran parte de los vinos aspiran a contener.

Zonas ‘minerales’ del mundo

-Alemania: blancos de uva riesling de Mosel o Rheingau.

-Austria: los blancos Wachau.

-Sudáfrica: los vinos blancos y tintos Central Otago.

-Francia: los chardonnay de Chablis y los tintos del Ródano; blancos y tintos de Sancerre (en el Loira).

-España: los tintos de Priorat, Montsant, Ribeira Sacra o Bierzo.

Todos estos vinos tienen esta etiqueta de mineralidad, aunque -como aclara el profesor Palacios- «no todos los vinos de estas zonas muestran ese perfil. Ahora, sí hemos comprobado que los climas fríos -las viticulturas extremas- dan lugar a la aparición de compuestos que luego se interpretan como aromas minerales».

FUENTE: 22/02/2015 – Alberto Gil – XL Semanal

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                          Roa, 23 febrero de 2015

RIBERA DEL DUERO ELABORA EL BORRADOR INICIAL

DE PROYECTO DE SU NUEVO REGLAMENTO

La Denominación de Origen ha remitido este documento a las bodegas y viticultores, a quienes se ha invitado a expresar sus puntos de vista para la redacción del borrador del reglamento.

La Ribera del Duero está inmersa en estos momentos en el proceso de renovación de su nuevo reglamento, el código normativo que regirá todo lo relativo al futuro funcionamiento de la Denominación de Origen.

Con el objetivo de adaptar su normativa a los nuevos tiempos e incorporar las novedades que el sector reclame, el Pleno ha procedido a elaborar un borrador de revisión de Reglamento, partiendo del aprobado por la Comisión creada en el Consejo resultante de las elecciones a Vocales del año 2007, y respetando la mayoría de los artículos contenidos en el mismo.

El documento aprobado es un primer borrador de proyecto que el Pleno ha consensuado para enviar a los operadores inscritos, con el ánimo de recabar sus opiniones al respecto.

No se trata pues del proyecto definitivo, ni mucho menos de una modificación del vigente Reglamento, que sigue siendo la norma de aplicación en vigor hasta que, en su momento, el proyecto que finalmente apruebe el Pleno –oídas y consideradas las opiniones del Sector- sea ratificado por los organismos competentes, a saber: Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y Comisión Europea.

Se trata pues, de un documento absolutamente preliminar que en estos momentos están valorando las bodegas y viticultores. Una vez recibidas todas las opiniones y sugerencias, el Pleno confeccionará su propuesta de borrador para enviar a las Administraciones que, en última instancia, serán quienes autoricen el documento definitivo.

Rebeca Ruano García Dpto. de Comunicación y Promoción

Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero 

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Un momento del foro del vino “Atlante”, que tuvo lugar ayer en la sede de Afundación.

Un objetivo académico para dar a conocer las potencialidades del sector del vino, informar sobre las últimas vías de investigación y crear nuevas sinergias entre los profesionales implicados son las motivaciones que llevaron a la celebración del primer foro del vino “Atlante”.
El promotor del encuentro, Xoán Cannas, director del Instituto Galego do Viño ,una entidad privada dedicada a la difusión y docencia, justificó estas jornadas, asegurando que “la producción del vino gallego está en un nuevo escenario, donde son necesarias nuevas voces y nuevas formas de interpretación; llegamos a un momento en que la mayoría de los caldos son de gran calidad y que el reto que se plantea el sector gallego es la excelencia”.
Para contribuir a esta evolución, “Atlante” invitó a ponentes de trascendencia internacional como Marc Álvarez, responsable de las barras de Albert Adriá que rompió barreras al explicar la importancia del vino en la coctelería actual; o Claude Bourguignon, agrónomo francés, cofundador del Laboratorio de Análisis Microbiológicos de Suelos. En su charla dio las pautas para sacar partido de la naturaleza del suelo y mejorar su contribución en la calidad de la uva cultivada.
Dimitris Leivadas, ex-jefe de sala del restaurante inglés The Fat Duck (tres estrellas Michelín) fue el encargado de abrir el foro con la intervención, “La inteligencia emocional para crear una experiencia memorable del cliente”. Leivadas  aseguró que los vinos gallegos tienen “mucho éxito” en su país: “Me gustan el albariño, el godello y el mencía; son muy interesantes, con muchas potencialidades y su presencia en las exposiciones de vino es constante”. Sin embargo, puntualizó que otra cosa es que “la gente sepa que Rías Baixas está en Galicia”.
En este sentido, Cannas propusó, en declaraciones a los medios que para alcanzar un nombre internacional “quizá debemos sentarnos, ver cuál es el futuro y los caminos que debemos seguir», y, añadió, “definir qué marca queremos vender” para a continuación “atacar el mercado”. Opinó que no debería haber cinco denominaciones de origen sino “muchísimas más”, como sucede en la Borgoña, pero recalca que allí hay un solo consejo regulador y el gasto de promoción está “mucho mejor rentabilizado”. Peter Richards, Rafael del Rey, Fernando Gallardo, Ferrán Centelles, Cristina Alcalá y Pedro Mansilla completaron el programa de conferenciantes.
Organizado con el apoyo de Turismo Rías Baixas, Galicia Calidade, D.O. Ribeiro y Tradecorp, “Atlante” reunió en la sede de Afundación a más de 200 profesionales de Galicia y el norte de Portugal.

Xoán Cannas.– Director Instituto Galego do Viño

“Es un momento importante para el vino gallego, pero falta formación”

Xoán Cannas, director del Instituto Galego do Viño y Nariz de Oro 2004, ofreció ayer la charla “El Camino de Santiago como eje de conexión de las grandes zonas vitivinícolas de Europa”, ya que tal y como aseguró “para entender el momento actual del vino, debemos comprender su pasado”.

¿Cómo afectó el Camino de Santiago en la distribución de las áreas vitivinícolas?
La distribución también pasa por el Camino. El cultivo del vino llegó a Galicia con la orden del Cister. Hace mil años esta tierra era un referente en vino, pero se dejó perder. En el siglo XVII el vino que se bebía en Inglaterra era el ribeiro, pero con la política bélica de Felipe II, cambiaron las preferencias inglesas por los vinos de Oporto.

¿Por qué en Galicia tardaron tanto en fraguar los tintos?
También fue una cuestión histórica. Tradicionalmente, los blancos se vincularon al consumo del clero y de la nobleza por lo que pagaba más, así que los cultivadores lo producían para vender y el tinto quedó relegado al consumo de casa. Eso fue algo que se conservó hasta hace poco.

¿En qué se tiene que fijar un consumidor para reconocer un buen vino?
Lo primero del vino es que guste. Luego hay una serie de parámetros que hay que tener en cuenta como la personalidad de cada caldo que refleja a través de su sabor la tradición y el paisaje de su país. Además tiene que estar equilibrado.

¿Está viviendo el vino gallego su edad de oro?
Está en un momento importante, pero falta formación en todos los ámbitos. Es significativo que haya 500 bodegas y no exista un solo centro de estudio del vino, ni una facultad.

FUENTE: ANA BAENA. VIGO ABAENA@ATLANTICO.NET  24/02/2015

 

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El grupo vitivinícola La Rioja Alta  ha lanzado, con motivo de su 125 aniversario, un videojuego. Se trata de la primera bodega en diseñar su propio videojuego, cuyo nombre es ‘El Jardín del Vino’. Una divertida aplicación muy fácil de manejar que permite que sus usuarios se conviertan en grandes bodegueros elaborando, desde cualquier ordenador o dispositivo móvil, los prestigiosos vinos de la firma fundada en 1890.

El objetivo de esta didáctica plataforma es atender los pedidos que van llegando a la bodega. Para ello, los jugadores comenzarán por plantar los viñedos que deberán cuidar combatiendo las plagas que los atacan. En la vendimia, tendrán que seleccionar y recoger solo las mejores uvas y, durante la crianza, realizarán la trasiega artesanal para acabar embotellando las diferentes marcas. Solo así podrán satisfacer los pedidos, obtener mayores beneficios y, por tanto, adquirir nuevos viñedos con los que continuar jugando.

Cada una de estas fases se desarrolla a través de entretenidos mini-juegos que, guiados por un ayudante, probarán la destreza y capacidad de elaborar un vino de la mayor calidad posible.

‘El Jardín del Vino’ de La Rioja Alta ya está disponible en español e inglés, tanto en la página web http://www.gruporiojalta.com como en el enlace http://www.eljardindelvino.riojalta.com y muy pronto podrá descargarse también gratuitamente, como aplicación, en dispositivos móviles Android e iOS. Entre todos los usuarios que se registren y se conviertan en bodegueros se sortearán, mensualmente, estupendos premios.

FUENTE: Alimarket Alimentación. 21.2.2015

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La riojana Bodegas Valdemar, con motivo de su 125 aniversario, ha presentado la nueva añada 2015 de‘Conde de Valdemar’, acompañada de una imagen renovada «que expresa todo lo que puedes encontrar en el interior de la botella: pétalos de rosa, manzanas amarillas, moras, frambuesas, flores blancas, grosellas, vainilla, pimienta y cerezas». Las botellas trasmiten elegancia y las etiquetas una presentación delicada, con estilo y actual.

La gama ‘Conde de Valdemar’ está integrada por un ‘Rosé’ (pétalos de rosa), un ‘Rosado’ (frambuesas), ‘Finca Alto Cantabria’ (flores blancas), ‘Viura-Verdejo’ (manzanas amarillas), ‘Tempranillo’ (moras), ‘Crianza’ (grosellas), ‘Reserva’ (vainilla), ‘Gran Reserva’ (pimienta) y ‘Garnacha’ (cerezas).

Bodegas Valdemar, que comercializa unos 3 M de botellas anuales con DOC Rioja, dispone además de las líneas ‘Inspiración’, ‘Valdemoreda’ y ‘Fincas Valdemar’ (que acoge vinos de diferentes menciones vitivinícolas).

FUENTE:Alimarket Alimentación. 21.2.2015

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La mayoría de los expertos creen que en tres años puede llegar a superar a los caldos franceses

El vino español es el que más crece en el mercado británicoFRANCISCO JAVIER DE LAS HERAS

 Los vinos españoles ocupan todavía la quinta posición en las importaciones del Reino Unido, que encabeza Australia, seguida de Francia, Italia y Estados Unidos (mayormente California). Pero su evolución es mucho más positiva que la de sus competidores. En un mercado donde están cayendo las importaciones de caldos, los procedentes de España subieron un 28% en cinco años, mientras los franceses cayeron un 13%. Nuestro secreto es sencillo: gran calidad a un precio mucho más asequible y la moda de los bares de tapas en el Reino Unido.

En especial, los británicos se están enganchando al Rioja, cuyas ventas subieron en 2014 un 10% respecto al año anterior, con 36 millones de litros.Según el último panel de Nielsen, una de cada diez botellas de vino no espumoso que se vende en los supermercados británicos es española. La marca de más éxito es Campo Viejo, aunque en los supermercados es sencillo encontrar referencias como Cune o Marqués de Riscal, prioratos y vinos blancos de las denominaciones Rueda, Albariño y Ribeiro.

 El vino se impone a la cerveza

El vino ha desplazado a la cerveza en los paladares británicos y aunque no se suele reparar mucho en ello es ya la bebida nacional, la preferida del 60% de los adultos, con 30 millones de consumidores habituales. Un importante mercado.

Francia está pagando su soberbia. Debido al prestigio que atesoran desde siempre los Burdeos y los Borgoñas sus precios se mantienen muy arriba en los supermercados de gama media, por encima de las 13 libras (17,5 euros) yendo a la botella gala más económica. Mientras que es posible encontrar un correcto vino español desde las 8 libras (10,7 euros) y un reserva por las 13 libras del vino básico de Burdeos. A día de hoy, los supermercados reservan todavía mucho más espacio en sus anaqueles a Francia e Italia que a España.

Expertos citados por «The Daily Telegraph»calculan que España venderá más vino que Francia en Gran Bretaña en un plazo de solo tres años. La especialista Victoria Moorerecuerda que «si preguntas a la gente del negocio del vino cuál es ahora el lugar más interesante del mundo, nueve de diez te dirán que España». Además de los Rioja, Moore elogia la garnacha de Campo de Borja, el Priorato, el Ribera del Duero y los vinos gallegos Albariño y Godello.Además, el Jerezvuelve a estar de moda. Y no se trata ya de aquella botella de licor oxidado que los ingleses guardaban en un aparador para una ocasión especial, ahora se consume en su punto yes de nuevo un símbolo de distinción.Las buenas noticias guardan relación con la estrecha relación entre los dos países. Unos 15 millones de británicos eligen España como destino de vacaciones y se calcula que 700.000 se han quedado a vivir en ella. Cuando retorna al Reino Unido ese público se ha aficionado ya al picoteo español y nuestros hosteleros lo han aprovechado. Los bares y restaurantes españoles han salido incluso fuera de Londres. En la capital son cotidianos, con llenos constantes en locales de nombres como Tendido Cero, Capote y Toros, Casa Brindisa, el Pirata de Mayfair o el mesón Galicia en Portobello Road, entre muchísimos otros. El personal suele hablar en español tras la barra y los precios son más bien inflados para lo que se estila en España, por ejemplo, en Kensington, en el centro de Londres, una tapa de bravas son 4 libras (5,3 euros por un platito de patatas). En esos locales se chatea con vino español y se ha estudiado que luego esos clientes británicos lo buscan en los supermercados: suculento y asequible. «Aur revouir Bordeaux, ¡hola Rioja!». La denominación de origen española más vendedora organizará en verano en Gran Bretaña el festival «Summer of Tapas Fantásticas» y en otoño el «Mes del Rioja».

FUENTE:

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El artículo que cuelga en la bodega de Rafael Mancebo, ubicada en el abulense valle del Alberche, es de esos comentarios que hay que leer cada día porque suben la moral. «Solo he conocido otra zona que en tan poca superficie tenga tanta singularidad y matices y esa zona es la Borgoña francesa», reza el texto redactado por el experto inglés Andrew Jefford, publicado en la revista británica ‘Decanter’ tras una visita a la comarca de Cebreros.

El aliento de tales palabras combina a la perfección con el ánimo y las ganas que ponen los viticultores de una zona tan antigua como potente en su capacidad para producir buenos vinos. De una belleza singular, que sorprendió al autodidacta Alfredo Maestro hasta llevarle a cultivar las olvidadas viñas de la zona de San Juan del Molinillo y Navarredondilla, y con una tierra fuerza bañada en un paisaje maravilloso, brotan antiguas y fuertes vides que secan la uva garnacha al sol. Se trata de una variedad dura en el paladar, que ha aprendido a evolucionar mimada desde el cariño de los nuevos viticultores. Maestro es el presidente de la Asociación de Garnachas de Gredos, que reúne a quince profesionales del sector y que está luchando por dotarle del sentido que se merece a esta histórica variedad de la uva. «Somos como el niño recién nacido», apuntaba Mancebo en la octava jornada dentro del ciclo Juventud DiVino Tesoro, celebrada ayer en Ávila, organizada por El Norte de Castilla y patrocinada por Tierra de Sabor, pero un niño peleón y orgulloso que lucha «sin complejos» por ser reconocido como figura de calidad en la que han puesto tanto empeño.

Y en esa pelea, ayer se ganó otra batalla cuando la viceconsejera de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, María Jesús Pascual, anunciaba los trabajos de la Consejería en la redacción del decreto que reconocerá la nueva Denominación de Origen Vinos de Cebreros. Será la decimotercera de la comunidad, a la que hay que sumar otras figuras que ya existen y que convierten a Castilla y León en una autonomía que ha apostado siempre «por la calidad», como explicó Pascual, y que produce 200 millones de litros de vino al año.

Más cifras

No fueron los únicos datos aplaudidos ayer en el salón de actos de la Universidad Católica de Ávila. También la cifra de las 20.000 personas que viven actualmente del sector del vino. Sin embargo, la potencia no se agota ahí. «Claro que es un nicho de empleo», reivindicó el presidente de los sumilleres de Ávila, Aurelio González, que compartió mesa con su hija, Gemma González, uno de los exponentes de que el sector del vino puede ser atractivo para los jóvenes de Castilla y León. Ella trabaja en el departamento de enoturismo de Bodegas Arzuaga Navarro (Valladolid) y compartió con los asistentes su experiencia en esa labor. «De un tiempo a esta parte se ha introducido más público joven en las visitas. Además, yo soy de las que creen que sí que consumen vino».

«En Ávila antes se bebía Coca-cola y ahora se toma vino», apuntó después su padre, convencido además de que si se separara el vino de las tapas «se consumiría más. Sería más económico y se invitaría más». Él lo sabe bien, porque lleva muchos años trabajando en uno de los principales restaurantes de la capital abulense y ha visto cómo «en lugar de hablar de cómo se ha elaborado el vino, cuando se toma una copa, se sigue hablando de fútbol».

Es cierto que modificar los hábitos de consumo es una tarea conjunta, como apuntó después Josefa San Juan, una joven bodeguera que compartió con orgullo la posibilidad que ahora le está dando el vino. «Ya podemos vivir de ello», explicó tras haber detallado cómo comenzó el proyecto junto a su marido, hace diez años. Rehabilitaron la cooperativa de El Tiemblo y crearon su propia bodega en la que empezaron vendiendo el 80% de la producción en España y el resto fuera. «Ahora es justamente lo contrario», lamentaba San Juan, aunque sin un ápice de tristeza porque en todo momento se mostró orgullosa de su trabajo. «Hacemos de todo: podamos, elaboramos el vino e incluso lo comercializamos, que es lo más difícil».

Su testimonio sirvió de ejemplo a los jóvenes universitarios hasta el punto de convencerse de que la constancia y el empeño por hacer lo que le gusta, puede tener buenos resultados. «No obstante -matizó- en este sector nos necesitamos todos. Si al final no somos capaces de hacerlo atractivo, no podremos conseguir que les guste a los jóvenes».

Y es que ese es el empeño de la jornada: desmitificar el mundo del vino y acercar a la juventud a esta cultura alimentaria. El vino es, más que una bebida, un alimento. Y su elaboración, más que un trabajo, una dedicación. Y en eso están los nuevos bodegueros de Ávila, los que han encontrado en la variedad de la garnacha una materia prima que mimar con encanto a empezar a exhibir en los mercados. «Ahora la gente quiere respeto por la materia prima y el terreno y eso lo ofrece perfectamente la variedad garnacha», apuntó Aurelio González. «Yo me quedé prendado», reconoció el joven Alfredo Maestro, que llegó por casualidad a esa zona de alta montaña y descubrió las posibilidades de otro tipo de vida. Empezó cuidando cuatro o cinco parcelas que encontró en el sur del Valle del Alberche y terminó aceptando las cesiones de los mayores de esos pueblos que «con tal de que la tierra esté cuidada, te lo prestan para que las trabajes». Él está encantado de poder hacerlo y elabora con mimo cada botella de su vino. «Lo que antes era residual, ahora empieza a tener valor», aseveró, dotando de contenido a una labor casi olvidada en una zona entre gris y verde, sembrada de vieja vid y fuerte tierra. Es la zona de la garnacha, una variedad casi desconocida de uva, venida a más gracias a la labor de unos enamorados del producto dispuestos a luchar sin complejos por entrar a formar parte de las figuras de calidad.

FUENTE: EEl Norte de  Castilla.es – SONIA ANDRINO | ÁVILA. 19-2-2015

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