Así lo ha avanzado Vicente Cebrián, conde de Creixell y presidente de esta firma, la mejor bodega del año 2014 según la XXIX Guía Gourmets, un reconocimiento que él mismo recogía el pasado jueves en el contexto del Salón de Gourmets de Madrid.
En junio tienen previsto inaugurar estas nuevas instalaciones con las que quieren convertirse en un referente del enoturismo.
Recuerda que durante los últimos ocho años han venido mejorando 40.000 metros cuadrados, especialmente el Castillo, que fue el primer edificio de la bodega y que «hemos rehecho piedra a piedra y de forma manual».
Esta obra monumental será el edificio social de la compañía de Logroño y protagonista de su imagen, y el conjunto albergará un museo de la historia de Marqués de Murrieta, una colección de los vinos de las añadas que han obtenido desde 1852, salas de cata, salones, comedores, renovados edificios y jardines.
Ha subrayado el «esfuerzo importantísimo» realizado por la familia de propietarios, tanto desde el punto de vista económico como de esfuerzo, para culminar este proyecto que no está orientado a aumentar las producciones pero que tendrá un efecto clave en la imagen de modernización de la firma.
«No sólo queremos ser un referente en el mundo del vino, como hasta ahora lo somos, sino también en enoturismo», argumenta Cebrián, quien también comenta que la bodega, tras estas mejoras, estará abierta a la visita de clientes españoles y del centenar de países donde comercializan, así como representantes de vinotecas, distribuidores, de restaurantes y particulares. «Desde esta sede enseñaremos lo que somos, lo que hacemos desde nuestros orígenes», agrega.
Respecto al premio a la mejor bodega de 2014, remarca «la felicidad y el orgullo» de conseguir un reconocimiento de los lectores de la prestigiosa guía. Recuerda que Marqués de Murrieta tiene más de 160 años de historia y es el primer vino de La Rioja.
Hace 15 años, «iniciamos un proyecto que ha implicado un enorme esfuerzo físico y económico», con la puesta en marcha de un nuevo y joven equipo y una renovación de producto.
Exporta desde 1852
El objetivo ha sido «rejuvenecer el proyecto» Marqués de Murrieta, manteniendo al tiempo la identidad de bodega centenaria y su apuesta por los vinos de largas crianzas en madera y en botella.
Actualmente comercializan unos 2 millones de botellas al año entre Marqués de Murrieta y su bodega gallega, Pazo de Barrantes, donde elaboran un albariño. El 65 % de las ventas vienen de fuera de España, una apuesta por la internacionalización que arrancó en 1852, fecha de las primeras expediciones al exterior.
Sobre la evolución de la compañía en el mercado, el bodeguero ha remarcado que 2013 ha sido «francamente bueno», gracias a las ventas exteriores, mientras que a finales del ejercicio detectaron también una recuperación del consumo en España.
Fuente: 16.03.14 – 00:10 – EFE | MADRID.- Publicado en elcorreo.com