La Vinoteca Belostikale acogió en la tarde del pasado jueves día 21, la cata de vinos de la Bodega EMILIO VALERIO, situada en las Laderas de Montejurra, en Dicastillo, Navarra.
Ejercieron con eficacia de anfitriones de la nutrida concurrencia (lleno total) Ramón Y Mónica, y la presentación de los vinos corrió a cargo de Alvaro Valero.
Emilio Valerio-Laderas de Montejurra es una empresa familiar, integrada por un grupo de personas comprometidas en un proyecto de agricultura biodinámica, destinada a elaborar vinos en las laderas sur del histórico Montejurra. En total se cultivan más de 50 pequeñas parcelas en torno al municipio de Dicastillo, en Tierra Estella, bajo la premisa de defender la biodiversidad y el carácter singular. Los propietarios entienden el vino como un producto cultural, intrínsecamente ligado a las personas y a la tierra, vinos de autor que reflejen el terroir del que proceden y respeten la naturaleza.Una sesión audiovisual sirvió para mostrar las parcelas de las diferentes viñas, con sus características de situación, terrenos, además de algunas labores y trabajos en las mismas. Vistas de la bodega situada en una altura que domina las tierras que la circundan, y el interior de la misma con vistas de fudres, depósitos, barricas, junto a diversos elementos y maquinaria.
Situados los aficionados en la filosofía, dimensión de tierras y bodega, a través de unos breves vídeos informativos, dio comienzo la cata con un blanco “La Merced” elaborado con uva Malvasía riojana, fermentado en barrica y con 13,5% vol. de alcohol. Están en fase de inicio y aun con poca producción. Bien presentado, a la vista es limpio y brillante Recién servido está poco expresivo en nariz. En boca es seco con una expresión de vino “serio”. Tiene un buen paso en boca. A medida que gana temperatura el vino se “crece” mostrando aromas de fruta blanca y un cierta complejidad resultado de su carácter frutal y el proceso de fermentación, pues la madera está discretamente incorporada y colabora en dar cuerpo al vino.
A continuación se degustaron varios tintos, empezando por el EMILIO VALERIO 2010
Uvas: Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot. Alcohol: 13,5% vol.
Características: Proceden las uvas de viñas en pequeñas parcelas con diferentes suelos, orientaciones y altitudes de 400 m. a 665 m. en el municipio de Dicastillo, en Navarra.
Vinificación: Cada viña y variedad vinificadas por separado: Merlot despalillado y macerado durante 20 días en depósitos de hormigón de 90 hl. Cabernet Sauvignon despalillado y macerado también durante 20 días en depósitos de madera y hormigón de 80 y 90 hl. La Garnacha, una parte despalillada y macerada durante 20 días, y otra parte se vinificó en maceración carbónica 10 días. Crianza en depósitos de roble francés de 50 y 80 hl. y en barricas de 500 l. Ensamblaje final en depósitos de hormigón de 90 hl.
Cata.- No tiene paso por madera ni realmente lo necesita, pues la fruta se percibe con amplitud y con un impacto en nariz y boca. La garnacha con maceración le da un carácter particular, grato. Un vino aromático con abundante fruta, que ofrece tonos de compota, frutos rojos, etc. Placentero en boca, fácil de tomar, taninos equilibrados contrastados por la fruta en compota. Largo en el posgusto.
Le sigue un AMBURZA 2009, monovarietal de Cabernet Sauvignon. Alc.: 14% vol. uva procedente de la viña de Amburza, con suelo arcilloso, altitud de 400 m., en el municipio de Dicastillo. La viña de Amburza está muy cercana al yacimiento arqueológico de las Villa Romana de las Musas del siglo I d.C. donde se han localizado todas las dependencias y útiles de una importante bodega.
Vinificación: Despalillado de la uva, dividida en dos grupos diferentes vinificados en depósitos de roble u hormigón de 80 y 90 hl. Maceración: 20 días. Posteriormente crianza en barricas de roble francés, nuevas (15%) y de segundo y tercer vino. Permanencia: 15 meses. Embotellado en Julio del 2011 sin ningún tipo de filtración.
Cata.- La permanencia del vino durante 15 meses en barricas no nuevas en su mayor parte, permite disfrutar de la “naturaleza” frutal del vino, no “marcado” con exceso de “leño”, como actualmente se estila en este tipo de vinos. Y no es una cuestión baladí, pues además de enmascarar vinos de “poco recorrido”, las barricas gravan ¿innecesariamente? El costo de los vinos. Al menos esta es la opinión de este modesto catador. Capa alta, color picota, limpio y brillante. Bien presentado. Intenso en nariz con olores de frutos rojos pequeños, y algo de fruta en compota. Tonos suaves de vainilla. Complejo. Buena entrada en boca con predominio de tonos frutales y florales. Intensidad en boca y buen cierre de boca. Taninos bien estructurados. Un buen vino.
Le sigue un USUARAN 2010, elaborado con Garnacha, Tempranillo y Graciano y 14,5% vol. alcohol.
Características: Embotellado uvas de las viña de El Palomar a una altitud de 550 m., y una selección de diferentes parcelas como La Abejera, Santosma, Villaplana y El Monte. Alguna de las viñas con más de 60 años de edad, localizadas en el municipio de Dicastillo.
Vinificación: Cada lote de variedad y viña se vinificaron de forma independiente: la Garnacha con uva entera, y técnica tradicional del pisado. Tempranillo y Graciano se despalillaron y maceraron entre 20 y 28 días dependiendo de la viña. Fermentación y maceración en depósitos de madera de 20, 30 y 50 hl. Después cada lote se crió por separado en barricas de roble francés de segundo y tercer vino, sobre sus lías finas, alrededor de 14 meses, realizando en las barricas la fermentación maloláctica. Transcurrido ese tiempo se llevó a cabo el ensamblaje en un fudre de 48 hl., y finalmente se embotelló sin filtración ni encolado.
Cata.-Predominan los aromas de Garnacha y Tempranillo, pues el Graciano apenas aporta nada. De entrada está un poco ajustado en la nariz. A medida que transcurre la cata del vino, se abre más en nariz, pero sin “alegrías”. En boca está sedoso; “circula” bien en boca, pero con un carácter sutil más propio para tomarlo “a cappella”, que para acompañar alimentos, a menos que sean de sencilla elaboración.
Concluyó la cata con un Viña de SAN MARTIN 2010, elaborado al 95% de Garnacha y 5% de Tempranillo, lo que en la práctica es casi un varietal de Garnacha. Contenido Alc.: 15,5% vol.
Características: Es el vino superior de la gama de la bodega y corresponde a un vino de Pago, embotellado con Garnacha (cepas de más de 60 años) y algunas uvas de Tempranillo de la viña de San Martín, a una altitud de 580 m. el valle de San Martín, en las laderas de Montejurra. La viña de San Martín posee suelos calcáreos, geográficamente se sitúa en el piedemonte de Montejurra, con orientación Norte, lo que le proporciona una importante influencia atlántica.
Vinificación: La Garnacha se elaboró con uva entera, siguiendo la técnica tradicional del pisado. Fermentación y maceración durante 30 días, en un fudre de madera de 20 hl., con remontados suaves al final de la maceración. Posteriormente se crió en varias barricas de roble francés, sobre sus lías finas, durante 18 meses, y finalmente en Abril de 2012, se embotelló sin ninguna filtración ni encolado.
Cata.- Se trata de un vino llamativo, bien presentado y con muy buena nariz, en la que destacan los aromas de la variedad. Intenso, duradero, frutas maduras, hierbas secas, vainillas, complejidad. En boca se reconocen los aromas de la garnacha anunciados en nariz. Especiado, vainillas, madera combinada con taninos suaves carentes de aspereza; buena acidez; complejo con una estructura que no denota el elevado contenido de alcohol. Vino contundente para comer, disfrutando con la combinación adecuada, al gusto de cada uno.
Después de degustar estos vinos, deseo dedicar un recuerdo a las uvas, que como la garnacha, han sido injustamente tratadas, dedicando muy poco interés a los vinos de sus tradicionales zonas de elaboración con garnacha, al igual que otras zonas, no es necesario nombrarlas, se deshicieron de las plantaciones, sustituyéndolas en unos casos con uvas foráneas y en otros con la variedad autóctona, si bien con poco cuidado al trabajar con sus vinos.
Ahora nos hallamos en la fase de recuperación de una de las variedades más extendidas en el mundo, y con la aportación de estudio y conocimiento, se están logrando vinos de “nuevo” diseño y elevada categoría. Gracias a quienes han apostado, como es el caso de EMILIO VALERIO-Laderas de Montejurra por hsberse sumado a los nuevos “descubridores” de la garnacha.
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