LA VANGUARDIA DE LAS BODEGAS ESPAÑOLAS RECLAMAN QUE SE COMPLETE LA FIGURA DE LA PIRÁMIDE DE CALIDAD DEL VINO. LAS D.O. TAL COMO ESTAN CONCEBIDAS SON DEMASIADO GENÉRICAS Y DEMASIADO GRANDES. SE BUSCA RESALTAR LA SINGULARIDAD DEL ENTORNO PRÓXIMO DEL MUNICIPIO, DEL PARA O DE LA FINCA. PRIORATO MOSTRÓ EL CAMNO, PENEDÉS SIGUE LA SENDA Y HASTA Y HASTA EL CAVA HA APROBADO UNA NORMA EN LA MISMA LÍNEA. RIOJA CAMBIA EL CRITERIO Y AHORA VE NECESARIO AVANZAR EN EL MISMO SENTIDO. OTROS NI SE LO PLANTEAN PERO LA PALABRA DE MODA ES ZONIFICACIÓN.
En los mapas de los antiguos exploradores había grandes áreas de terra incognita, regiones inexploradas por los colonizadores, por más que fueran bien conocidas por los nativos. Enviados por las potencias coloniales, los Livingstone y compañía se adentraban en ellas con un esquema en el que. en el mejor de los casos, se señalaba el perfil poco definido de los grandes ríos y los montes más destacados. Su primera tarea era dibujar el mapa con mayor detalle y luego, aunque esa es otra historia, explotar sin pudor territorios y nativos para aprovechar esquilmar hasta la última brizna de sus recursos.
La situación del mapa vinícola español es comparable. Grandes comarcas definidas como denominación de origen, con áreas diferenciadas en su interior pero sólo conocidas y mal explotadas por los propios del lugar, por las bodegas que compran uvas o vinos. Esos sí discriminan las cualidades de cada una de ellas; conocen el mapa, pero no lo dan a conocer y con el tiempo quedan en el olvido, a veces se diría que de forma deliberada.
No faltan ejemplos. desde los legendarios pagos de la zona de producción de Jerez hasta las viejas viñas descubiertas por los nuevos exploradores, llámense Palacios, Sisseck. Eguren, López de Lacalle y (por fortuna) bastantes otros. Sin embargo. como si una nueva inquisición se empeñase en demostrar que la tierra es plana, esos innovadores no han tenido el camino fácil. Se diría que los poderes más o menos fácticos preferían la terro incognita por delante del conocimiento. Pero algo parece que se mueve.
¿Cambiar Rioja?
El pasado 30 de mayo se celebró en Logroño una nueva edición de la Jornada Diam, un mini congreso organizado por la editora de La Prensa del Rioja y patrocinado por la fábrica de tapones que le da nombre. En esta ocasión el tema principal de la jornada fue la zonificación de la DOC Rioja. la creación dentro de la más famosa de las zonas productoras de vinos tranquilos española de lo que en los medios normativos de la Unión Europea se denominan entidades geográficos menores. El moderador de las dos mesas redondas dedicadas a ese tema llamó la atención sobre el inmovilismo al afirmar que «aquí se mira hacia Francia pero poco; se emula el esquema de las denominaciones de origen francesas pero no se completa la pirámide». Tal afirmación ya no vale: estaba aparentemente superada por los hechos; ante la sorpresa de muchos, todos los participante, incluso los que en teoría representaban las esencias inamovibles de la zona, estuvieron de acuerdo en la necesidad de cambiar el esquema actual. Falta definir el alcance del cambio.Y constatar que no se trata de una ínima concesión para que todo siga atado y bien atado.
El primer problema planteado es el alcance de la modificación, si se trata de hacer una nueva zonificación demarcando nuevas subzonas más pequeñas que las res actuales, llegar a la indicación de municipio, a la de paraje, o a la de finca de un único propietario, Como si fueran incompatibles o tal vez por las dificultades burocráticas que podría acarrear..
Lo importante, de momento, es que se plantee la necesidad de evolucionar. Y el cambio radical en la actitud. En las primeras semanas de 2015, pocas semanas después de que Juan Carlos López de Lacalle anunciara su salida de la DOC Rioja, la tesis imperante en los estamentos de la zona era, literalmente, «no tocar lo que funciona», SI Rloja funciona porque vende muchas botellas. aunque sea en gran superficie y a precio ínfimo. pues no se cambia. «La esencia de Rioja”, se dijo también, lo que ha hecho grande el nombre de Rioja. es la mezcla de vinos de Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja». Se olvidaban de las marcas históricas iniciadas con «Viña….» (Tondonla, Poma!. Real, Albina…), que hacían referencia a sus terruños de origen.
Todo suena a discursos sobre el sexo de los ángeles con el turco a las puertas de Constantinopla. O a desviar las propuestas hacia una comisión que las discuta mucho y al pleno soberano. que las rechace. Como dijo a este cronista un presidente del Consejo Regulador. Hay al menos dos alternativas. presentadas por otras tantas asociaciones de bodegas. Provir. que agrupa a pequeñas empresas familiares. Y Grupo Rioja la gran patronal de la zona.
Priorato pionero
Otro argumento recurrente es el consumidor despistado. como si hubieran pensado alguna vez en la formación de los consumidores. Se dice que la creación de diferentes niveles de calidad o de indicación geográfica despistarían al consumidor. Excusas. Si se mira a Francia, en teoría el modelo a seguir, el mapa vinícola del país vecino señala 14 regiones vinícolas bien definidas, con 264 denominaciones de origen, más del triple que España con menor superficie de viñedo. Muchas de esas denominaciones de origen cuentan a su vez con subzonas o con indicaciones peculiares.
Por citar, sólo en Burdeos hay 57 denominaciones de origen (AOC) varias categorías de vinos (gran cru, premier cru, deuxieme cru). En Borgoña podría parecer más sencillo, con únicamente cinco denominaciones de origen. pero hay 33 grand cru, 562 premier cru, 44 indicaciones de vinos de pueblo (villages) y 23 de vinos regionales.
Ese sí ha sido el modelo de la DOC Priorato, que forma con Rioja la dupla de las únicas denominaciones de origen calificadas españolas. La zona catalana fue pionera en completar el mapa; en perfilar la famosa pirámide hasta sus más elevadas consecuencias. En 2000 alcanzó la categoría máxima de denominaciones de origen. la calificada, y nueve años más tarde cerró el mapa de los vi de vila, que no sigue exactamente los limites municipales sino que responde a criterios naturales. en el que se contemplan doce subzonas: Bellmunt del Priorat, El Lloar, Gratallops, La Morera del Montsant, La Vllella Alta, La Vilella Baja, Le Solanes de Scala Dei, Masos de Falset, Poboleda, Porrera, Scala Dei y Torroja del Montsant.
En la zona alta, la de las entidades geográficas más reducidas. están los vi de finca qualificada, indicación equivalente a la de las denominaciones de origen de pago, pero con la salvedad de que en Cataluña están bajo el control de los organismos de las denominaciones de origen en las que sesitúan. Hay dos en el Priorato: el primero fue Clos Mogador, calificado como tal a finales de 2006, y Mas de la Rosa de Celler Vall Llach. que siguió su camino en octubre de 2013.
Zonificación del Penedés
Poco antes. en febrero de 2013, se materializaba el mismo reconocimiento como vi de finca a Jean León, la cinematográfica bodega de la DO Penedés integrada en el grupo Miguel Torres. En ese tiempo la DO Penedés acababa de nombrar presidente a Josep Maria Albet, uno de los pioneros del vino ecológico en España. Albet afrontó sin dilación la renovación de la DO Penedés. Una vez que se clarificó su panorama con la creación de la DO Catalunya, que, aunque se vista de seda no deja de ser un remedo de los vinos de la tierra de otras regiones, y con la separación clara de los viñedos que vierten su producción a la DO Cava, la tarea era definir de nuevo a la DO Penedés.
Las vías principales fueron dos. La primera. iniciar el camino para convertirla en la primera denominación de origen cien por cien ecológica del mundo. La segunda, afrontar la zonificación. A partir de un estudio de suelos, se ha dibujado un mapa que distingue siete subzonas: Garraf-Ordai, Marina del Garraf, Cinda del Anoia, Conca del Foix, Vall del Bitlles-Anoia, Costers Montmell y Montaña+500.Para optar a incluir el nombre de la subzona en el etiquetado se incluyen criterios de origen, y también cualitativos, que deben superar una calificación mínima en función, de la calidad y de la tipicidad varietal.
Los cambios todavía no se han plasmado oficialmente en la norma de la DO Penedés, pero están empezando a aplicar algunos de ellos. El más evidente es el lanzamiento de los classic penedés, vinos espumosos elaborados por el método tradicional que por distintas circunstancias obligadas (como la inclusión de variedades de uva no autorizadas) o voluntarias no están dentro de la DO Cava.
Classic Penedés no se ha planteado como un enfrentamiento con la DO Cava y los responsables de la DO Penedés y de las bodegas ponen buen cuidado en remarcarlo. Sin embargo, en la práctica, es una de as alternativas que se ofrecen a elaboradores que no se sienten cómodos en la DO Cava. Una vía de salidas, que no la única (ya tomó la puerta una bodega tan emblemática como Raventós y Blanc), para los produtores más inquietos.
Cava de paraje calificado
Tal vez para detener esa posible sangría de bodegas significativas, la DO Cava ha tomado la iniciativa de aprovechar las posibilidades que le da la Ley del Vino todavía vigente para establecer una categoría premium dentro del cava. Al contrario de lo que suele ocurrir, el cava de paraje calificado ha tenido una gestación fulgurante.
En 2013 Pedro Bonet accedió a la presidenca del Consejo Regulador de la DO Cava y anunció la modificación del reglamento para dar cabida a la aspiración de algunos de los elaboradores. en 2015, el pleno del Consejo Regulador aprobó el cambio, introducido por la vía de la modificación del pliego de condiciones de su Reglamento. En mayo de 2016 el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ratificaba este cambio, el trámite final para que sea efectivo. El nuevo tipo de cava diferencia el espumoso procedente de un «área menor homologada especialmente como extraordinaria y singular por sus condiciones edáficas y climatológicas». Va directamente al vino de pago y se salta posibilidades intermedias, como la zonificación, que parecía adecuada para una denominación de origen dispersa en zonas tan distintas y distantes como La Rioja, Álava, Navarra, Cariñena, Requena o Almendralejo, además de buena parte de las zonas vitícolas de Cataluña. Los responsables de la D.O. Cava han rechazado de plano esa posibilidad. El argumento expuesto por el presidente de la DO Cava, deberá sonar a ya conocido, «desde el Consejo no somos partidarios de zonificar porque el cava es un vino singular, hecho por el ensamblaje de distintos vinos de procedencia diferente y no todos de la misma viña, no es la filosofía de un château sino exactamente igual que la del champán. Sería ir contra la esencia del método, lo que no significa que se puedan distinguir cavas de pago diferenciados por la zona de la que proceden.
Como parece que quiere demostrar Rioja, nada es inamovible. Priorato, Cava, Penedés de forma inminente y la propia Rioja, en fase de primeros pasos, empiezan a cubrir los vacíos en el mapa. Es de suponer que cundirá el ejemplo. En Vinos de Madrid se culminó un completo estudio de suelos que se utiliza para información de los viticultores y no parece que vaya a ser aplicado en una eventual zonificación. Y parece que no hay novedad en otras zonas de prestigio como Ribera del Duero, inmersa en la modificación de su reglamento, en la que parecen poner más atención en la inclusión de vinos blancos, que en volver a abrir la caja de Pandora del estudio de suelos que fue convenientemente archivado hace años.
FUENTE:
PLANETA VINO. nº.: 68. Agosto/Septiembre. 2016. Autor: Andrés Proensa.
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