Hemos llegado a nuestra última cata del curso, la que cierra los nueve meses de actividad en los cuatro grupos de catadores que conforman el colectivo de la Sociedad de Cata Bacchus. 36 sesiones de cata a una media de 9 o 10 vinos en cada una de ellas, suponen más de 325 vinos catados en el total. Durante el verano cada uno de los miembros de nuestra sociedad de catas se buscará la vida como mejor pueda y quiera, procurando degustar vinos blancos, a poder ser propios del lugar de vacaciones o del destino viajero de cada uno, enriqueciendo su conocimiento del vino, y disfrutando con los que por su lejanía, no resulta fácil obtenerlos en el entorno. Y esto fue lo que dio de si la cata de cierre del curso.
SERIE DE VINOS BLANCOS
Tres de los vinos de la serie eran de la misma variedad, Sauvignon Blanc, pero de diferenmte origen: Nueva Zelanda, Navarra y Rueda. El cuarto vino un Rueda-Verdejo, a modo de contrapunto de los anteriores.Todos ellos bien elaborados, presentación correcta, y agradables al beber. El Verdejo muy «centrado» en la variedad, pues es un vino de larga andadura en la Denominación, con tonos de fruta blanca, equilibrado y buen paso de boca. Calificación NOTABLE. 86 p.
Los otros tres vinos resltaron muy gratos tanto en nariz como en boca. Fruta blanca, notas de fruta tropical con predominio de maracuyá, algún tono cítrico, etc. El Orchidea, de Inurrieta, con notas florales, quizás un poco excesivas, que le convierten en un vino comercial, con excesos aromáticos. Bien el neocelandés, muy serio, sin concesiones y cumpliendo la buena fama que han alcanzado estos vinos elaborados en New Zealand. También el Rueda de los Herederos del Marqués de Riscal estuvo muy en su línea, sin excesos florales, bien equilibrado y con un buen paso de boca. El neozelandés se calificó como MUY BUENO.85 p.; y tanto el navarro como el de Rueda con NOTABLE y 87 p., en ambos.
A destacar que la serie de bancos superó, con mucho a la de tintos.
SERIE DE VINOS TINTOS
Vinos para olvidar, y pronto, y no volver a probar ni por casualidad, al menos en lo que respecta al «Miliario» y al «Alfonso del Yerro», que se calificaron ambos simplemente como BUENOS, CON 77 y 78 puntos, respectivamente. Dos vinos sin historia, comprados en vinoteca, en ambos casos, pero que lo mejor que se puede decir de ellos es que eran»desechos de tienta», como en los toros malos.
Mejor estuvieron el Celler Bárbara Forés, aunque es posible que el tiempo a trabajado en su contra (cosecha 2008) y no ha resistido el paso del tiempo. Se despachó con un MUY BUENO y 81 puntos. El Jumilla de Juan Gil -8-, 2010, fue el que mejor salvó la cara, tanto por el vino, un buen Monastrell, como por la crianza de 8 meses, que impregna al vino toques de madera bien integrada, taninos suaves, y sin ninguna «esquina» que moleste en boca, y menos en nariz. Se calificó como NOTABLE, con 86 p.
VINO ESPUMOSO
El elegido para cerrar esta sesión de cata fue un Royal Carlton Brut Nature, que a pesar de que se elabora en Haro desde hace más de un siglo, sin solución de continuidad, pocos aficionados al vino conocen, prefiriendo los cavas catalanes, sin parar mientes en que es un poco «nuestro» este cava. Elaborado con Viura (la macabeo catalana) y Malvasía riojana (nada que ver con la de Lanzarote), es un cava que da lo mismo que otras muchas marcas, pero que resulta fácil y grato de beber. A uno le queda la duda de su elaboración actual, pues no sería nada raro que llegara de la fábnrica de «cavas» de Raimat, en Coster del Segre. No lo se, pero ahí queda esa duda, que más gordas las hemos visto en esta «mundo del vino». Calificación NOTABLE. 88 puntos.
INFORMACIÓN DE LOS VINOS: >¡CLICK!> G-IV. Cata. Junio 2014.